sábado, 8 de febrero de 2025

EL VERDADERO PASTOR

 


Después de esto, los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo:
– Venid, vosotros solos, a descansar un poco a un lugar apartado.
Porque iba y venía tanta gente que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer. Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. Pero muchos los vieron ir y los reconocieron; entonces, de todos los pueblos, corrieron allá y se les adelantaron. Al bajar Jesús de la barca vio la multitud, y sintió compasión de ellos porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.

Jesús se compadece de aquellas personas que lo dejaban todo para escucharle. En nuestro tiempo, al ver nuestra sociedad, nuestros jóvenes, buscando la verdad, algo que les llene, siente lo mismo. ¡Hay tantas cosas que los distraen y les llevan por caminos equivocados! Debemos intentar con nuestra vida, que encuentren al verdadero Pastor. El único que llenará totalmente sus vidas.

"Vuelven los Apóstoles de la excursión misionera, de la práctica a la que habían sido enviados, y Jesús se los lleva de “retiro”, a un lugar tranquilo, para poder agradecer a Dios todo lo que habían conseguido. Es que, de vez en cuando, conviene pararse, desconectar del mundo y rebobinar para ver cómo vamos y cómo deberíamos ir. Y hacer los ajustes que sean necesarios, para ser mejores y estar más en las cosas del Padre. Un lujo, vamos, en los tiempos que corren, de prisas y estrés y “no me da tiempo a nada”.
Ese tiempo, seguro, hubieran querido pasarlo dando gracias a Dios Padre por todo lo que les había salido bien. Y, es posible, también por lo que no había resultado tan bien. Pero…
Pero Jesús estaba tan entregado a la causa que, como buen estratega, cambia el plan sobre la marcha. Al ver a la gente que había no corrido, sino volado para buscarlos, “abandona a los Discípulos” y se pone a predicarles, porque andaban como ovejas sin pastor. Compasión en primer lugar. El lema de la vida de Cristo. Vivir con los ojos abiertos, como María, su Madre, para detectar lo que era más urgente, oportuno y eficaz en cada momento. Ojalá nosotros pudiéramos detectar siquiera un mínimo porcentaje de esas necesidades, para poder poner remedio, en la medida de nuestras posibilidades.
Me parece que para los Apóstoles este momento debió de ser una gran lección. En ese proceso de catequesis, comprendieron cuál debía ser su estilo de vida. Como diría en otro lugar de la Escritura el apóstol san Pablo, “predicar a tiempo y a destiempo”. Ellos habían entendido lo que significa la frase que repetimos en el salmo, “el Señor es mi Pastor, nada me falta”. Los Discípulos podían pasar sin comer, sin dormir, sin descansar, para que el Reino de Dios no dejara de extenderse.
Hoy en día nos cuesta dar testimonio de nuestra fe. Casos como el de mi amigo Pablo, que sale los fines de semana para anunciar a Cristo por las calles de toda España (y no sólo) son muy raros. Pero el mandato de Jesús es claro, “id por todo el mundo, anunciando la Buena Nueva.” A algunos se nos ha dado hacerlo en rincones lejanos de la tierra. Pero todos podemos allá donde nos encontremos. Con nuestras palabras, y con nuestras obras. Aunque no siempre nos venga bien. Aunque altere nuestros planes. Porque lo importante es, como Jesús, ser compasivo, y estar siempre disponible, para hacer la voluntad del Padre."
(Alejandro Carbajo cmf, Ciudad Redonda)

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