NAVIDAD NOS EVANGELIZA...

1.- La entrada de Jesús en la historia de las luchas y aspiraciones humanas no es una simple visita. Las fiestas de Navidad no son unas entrañables fiestas de invierno, ni sirven para expresar hermosos sentimientos hacia los otros, ni para recibir regalos, ni para recrear las fiestas tradicionales. Navidad llega en busca del ser humano, para descubrirlo como imagen y semejanza del gran Amor.

2.- Jesús llega para cumplir su obra, la obra humana. Nosotros nos empeñamos en múltiples proyectos, abortados muchas veces por nuestra inconstancia, miopía, egísmo o soberbia. Jesús viene a completar la obra humana, rescatarla del mal y llenarla del Espíritu Liberador.

3.- Jesús llega para sacarnos de las sombras y mantenernos en vela para acceder a la luz del amor, de la esperanza, de la verdad, de la justicia, del perdón de la paz. Estos son los signos con los que llega el Señor.

4.- Jesús se nos revela como Salvador de la humanidad. Una salvación que nos es fundamental para vivir, para crecer, para hermanarnos, para rescatar a nuestros hermanos de la miseria, de la injustícia, del paro, de la violencia, de la marginación, de la ceguera del poder.

5.- Llega el Hijo del Hombre, es decir, el Hombre, el modelo de la nueva humanidad, la puerta de los nuevos tiempos de gracia, amor y fraternidad, la aurora de la gran esperanza, el pan, alimento de la mesa de todos los hermanos.

6.- También es el tiempo del Espíritu del Padre, del Espíritu Santo, el verdadero "precursor" de Jesús de Nazaret, anuciándonos y animándonos a abrir hoy nuestros corazones para dejarnos inundar por este "nuevo ser filial y fraterno" necesario para salvarnos.