"En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entro en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó rl saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y dijo a voz en grito:"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá'."
El relato de hoy nos invita a ser portadores de Dios. María acaba de dar su SÍ, Jesús ya está en su interior. El primer fruto es correr en auxilio de su prima, entrada en años y con una gestación avanzada. María no se queda encerrada en sí misma. El Señor que lleva no es para ella, sino para darlo a los demás. No repara en el riesgo que suponía para una muchacha un viaje tan largo. Quien lleva a Dios consigo no calcula, se deja llevar por el amor. Y se produce una resonancia en los que están junto a ellos. Como a Isabel, les salta de alegría el niño que llevan en su interior...
Todos debemos ser "teóforos", portadores de Dios en griego. Alimentarnos de una oración profunda, para luego compartir esa vivencia de Dios con los demás, hacer de este mundo un lugar de paz y alegría, ayudar a que todos recobremos nuestro niño interior...
Gracias por estas entradas, Joan. Las estoy disfrutando muchísimo y me llegan profundamente. Ser portadores de Dios, Vaciarnos en El, llenarlos de El y Expresarlo.
ResponderEliminarUn Abrazo y mi Aliento más sincero para ti.
De alguna manera con esa visita María empezó su camino, un camino que le habían marcado, pero al que Ella dio un SI sin condiciones y, seguramente sin muchas ganas, fue a visitar a su prima porque estaba convencida de que era lo que tenía que hacer y también para compartir con ella su alegria y su gran noticia...., un gran ejemplo que a veces cuesta seguir
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde
Soqui
El nacimiento de una contracultura-http://josemariacastillo.blogspot.com/
ResponderEliminarSé que lo habras leido....
Me recordo la India, los chiquillos, mi pequeño amigo, la ternura, lo que llamamos amor ....
Este año les dije a mis hijos que no habrá "gran " cena el 24 ... ( tiempos jodidillos) jajajaja Y Sabes? desde hace dos dias , corto pedacitos de pollo, de jamón, de huevo, preparo pequeñeces ... "canapeses" artisticos... mis manos son dirigidas por un sólo y único sentimiento... saldrá, una maravilla, hasta voy a adornar la mesa ¡¡¡
Castillo me ha recordado todo eso ... y yo, cotilla, vengo y te lo cuento.
Na, que no tiene nada que ver con lo que has escrito pero, fijate, a mi, me parecia que si.
Joan , cosa de los años ; chocheo. jajajajajaj
Un beso , con manta ¡¡¡ ( hay que fastidiarse el frio que hace)
Muy linda reflexión, refleja todas mis meditaciones luego de comulgar, los textos biblicos que hemos leido progresivamente en las misas, las confesiones y la oración en este adviento que me han hecho entender como la oracion sin abandono en Dios solo sirve para aumentar la sobervia, que es necesario al igual que Maria una humilde descentralizacion de uno mismo para dejar todo en manos de Dios, y solo despues entregar oraciones y obras buenas de modo que sean agradables para Él. Dice el Salmo 51 "si te ofrezco un holocausto no la aseptas, mi sacrificio es un corazón contrito y humillado"
ResponderEliminarTambien me gusto mucho el último párrafo en que hablas sobre volvernos portadores de Dios, sagrarios de carne y hueso llamaria a los fieles despues de la comunión.
Un afectuoso saludo en Cristo.
Paz y bien
Hermosa reflexion padre!, gracias por compartirla.
ResponderEliminarJustamente ayer cree un blog y le puse como nombre TEOFOROS, portadores de Dios.
Lo invito a usted y todos sus amigos a conocerlo.
Dios lo bendiga!
http://teoforos-orientecristiano.blogspot.com