"En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor: '¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?'. Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron: 'Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte:'¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?'. y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista. Después contestó a los enviados: 'Id a anunciar a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Y dichoso el que no se escandalice de mi'."
Juan estaba en la cárcel. Como buen judío esperaba que el Mesías se presentaría con gran poder...Y los comentarios que le llegaban de Jesús no iban precisamente en ese sentido. De ahí su pregunta.
Jesús responde mostrando lo que hace: sanar, consolar, hacer ver, limpiar...y repitiendo lo que dice, la Buena Nueva: que Dios es Padre, que Dios es Amor y que todos están salvados. Y acaba con una frase un tanto enigmática: "Dichoso el que no se escandalice de mi"...Ciertamente escandalizó a fariseos y sacerdotes, porque para Él, el bienestar de las personas pasaba por delante de los preceptos religiosos. Era más importante curar, auxiliar, compartir, que observar el sábado.
Hoy a la vista de los cristianos podemos hacernos la misma pregunta que Juan. Y la respuesta son los misioneros anónimos, las obras de Cáritas, las ayudas que dan las parroquias, los sacerdotes, religiosos y laicos que no salen en la prensa, pero que entregan cada día su vida por los drogadictos, sidáticos, marginados...La Iglesia que hace opción por los pobres.
Y desgraciadamente seguimos escandalizándonos de Él y preferimos el orden, los ritos, los símbolos externos a la justicia, la salud y el bienestar de todos los hombres. Nos enfadamos porque quieren quitar las cruces de los lugares públicos y no sabemos ver a las personas que nos rodean, cargadas con la cruz del paro, de la enfermedad, de la miseria, de la marginación, del pecado...
Sin comentarios Joan! hoy me dejaste sin palabras, y solo decirte que comparto tu pensamiento en plenitud.
ResponderEliminarFeliz y dulce día, un fuerte abrazo
Te felicito por esta magnífica entrada!
ResponderEliminarUna abraçada!
PS. Espero el teu mail, recordes?
"Nos enfadamos porque quieren quitar las cruces de los lugares públicos y no sabemos ver a las personas que nos rodean, cargadas con la cruz del paro, de la enfermedad, de la miseria, de la marginación, del pecado..."
ResponderEliminarEsto último me ha llegado al alma. Cuántas cruces que alivar hay a nuestro alrededor.
Mil besos, Joan.
En buena hora que hay gente dedicada a la tarea social ya sea dirigida por una entidad religiosa o por una ONG.
ResponderEliminarLa canción se titula: "Un pastor solitario" en español. Es preciosa.
Recibe un cordial saludo desde Berlín.
Me parece quen hoy no tengo nada que añadir a tu entrada, está clarísima y los comentarios lo confirman
ResponderEliminarUn barazo blanco como la nieve que está cayendo
Me ha conmovido su entrada. Estoy seguro de que su sensibilidad se está traduciendo en obras concretas en favor de estas personas.
ResponderEliminarLeyendo los comentarios que le dejan parecen un grupo comprometido con los pobres.
Me gustaría conocer las acciones en las que están ustedes participando o dirigiendo y ver la posibilidad de colaborar de alguna forma. Espero sus noticias.
Te dejo un beso.... voy a sacar brillo a la cruz y a preparar la cena a la viuda y la huerfana.
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