En el metro, sentados frente al Anacoreta y su joven seguidor, dos niños ojeaban y se intercambiaban cómics de superhéroes.
- A mí me gustaría ser el Hombre Antorcha...
- Sí - reía el otro - y estaría el vagón en llamas.
Pues anda que tú quieres ser la Sombra y estaríamos ahora a oscuras...
El anciano miraba sonriendo a los dos niños.
Cuando descendieron del metro el Anacoreta dijo al joven:
- Esta sociedad propone a los niños héroes inimitables, irreales...Me temo que es que no le interesa que existan héroes.
- Sí - asintió el joven - en vez de mostrar científicos, personas capaces de realizar grandes gestas...proponen hombres que vuelan, que se transforman en fuego, con superfuerza...
Sonrió el Anacoreta mientras decía:
- No. Tampoco me refería a estos héroes. Me refería a esas personas que en paro crónico o con sueldos míseros son capaces de sacar la familia adelante. Me refería a las madres solteras que son capaces de educar a sus hijos. Me refería a jubilados con una pensión de risa y a los inmigrantes sin papeles que luchan por sobrevivir. Me refería a los ancianos, que tras enviudar, viven y mueren en la soledad absoluta...Y me refería también a aquellas personas que, dejando de lado el egoísmo, el consumismo, la frialdad reinantes, dedican su vida, solos o en grupo, a ayudar a los anteriores y hacer desaparecer la injusticia de este mundo. Aquellos que dedican su vida a Humanizar...Esos son los verdaderos héroes...
Guardó unos instantes de silencio y prosiguió:
- En cambio, a los ojos de esos niños, esas personas son seres fracasados...Así los presenta nuestra sociedad. Sin saber que quizá, un día, ellos se verán en esas circunstancias...
Y continuaron su camino en silencio...
Hola Joan:
ResponderEliminarQuizá si no sintiéramos la necesidad de ser o tener héroes apreciaríamos mejor lo que la vida nos trae, pero la mente nos lleva siempre a juzgar y clasificar, jamás descubrirá al amor incondicionado.
Gracias y en abrazo.
És ben cert, els ulls de la societat són uns i els ulls de Déu són diferents.
ResponderEliminarJa ho va dir un amic meu fa 300 anys, hem d'aprendre a veure el món amb "els ulls de la fe"
Una abraçada.
Adrià Nyel
JOAN JOSEP, COMO SIEMPRE ME HACES REFLEXIONAR.
ResponderEliminarEL SÁBADO, SI DIOS QUIERE, IRE AL GRUPO ESCOLAR RIUS TAULET DE BARCELONA,PZA. DE LESSEPS. EN UNA FIESTA DE ANTIGÚOS ALUMNOS.
VERÉ A AMIGAS QUE HACE MÁS DE 40 AÑOS QUE NO HE VISTO. YA TENGO EL BILLETE DE TREN, ESPERO QUE NO HAYAN HUELGAS.
EL DOMINGO VOLVERÉ A ESTAR EN VALENCIA, PUE MI MARIDO, CANTA EN EL PALACIO DE LA MUSICA DE VALENCIA, CON SU CORAL.
UNA ABRAÇADA, Montserrat
Le doy la razón, pero así nos quieren hacer andar.Más aún tenemos esa capacidad de asombro para ser mejores de lo que somos.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo fraterno
Sor.Cecilia
Tengo dos nietos de 8 años, y estan locos con los super heroes: Bien creo que les toca por la edad,estan deseando de verse en casa del abuelo, para jugar.
ResponderEliminarSanta inocencia,ya despertaran una abraçada
el día a día...sobrevivir,la supervivencia por la que pasamos cada minuto es toda una aventura...la aventura de vivir, donde a unos se lo ponen más fáciles que a otros y ello hace que todos en general y cada uno en particular tenga que fluir de una manera determinante sorteando problemas, superando heridas del alma y volando con nuestros sueños...tienes razón en el fondo todos llevamos un héroe dentro y los que mencionas especialmente, no cabe ninguna duda
ResponderEliminarHéros son ciertamente¡¡
ResponderEliminarY tan olvidados..
Esos niños de ahora,me pregunto qué NO les habrán/emos enseñado en casa cuando -a pesar de ser algo "natural?"-solo sueñan con ser los mejores,pero en qué?
NOTA:
No todos los niños son iguales.NO todos los padres son iguales.No generalizo.
Besos
Calcetines
No me gusta la sociedad en la que vivo, porque a veces me hace sentirme desamparada y desprotegida como una niña chiquita. No me gustan muchas cosas de esta sociedad sin embargo no pierdo la esperanza en que cambiará porque creo en las personas.
ResponderEliminarCreo en ti. Creo en ellos,aunque a veces me sienta en un desierto perdío y me entre la tristeza y la impotencia de no poder hacer nada por la humanidad, por los pobrecitos que mueren de hambre, por los inocentes que mueren en las guerras.
Me ido de contexto, lo siento. jejje.
Bueno ahora con to mi corazón me despido, pero creo que seguiré comentándote, tengo mucho que leer, me he llevado un tiempo sin entrar en los blogs.
Un mega abrazo.