Guardamos cosas diciendo: esto lo reservo para una ocasión especial. Normalmente acaba olvidada en un armario, porque esa ocasión nunca aparece.
A veces también nos quejamos de que nuestra vida es rutinaria. Incluso se ha acuñado la expresión del "terrible cotidiano". En realidad es que no sabemos mirar a nuestro alrededor. Esos momentos especiales se producen a cada instante. Un reflejo del sol en el cristal. La risa de un niño. Una flor en un parterre. El saludo de alguien que se cruza con nosotros. La vida es rutinaria porque la vivimos rutinariamente. En el campo espiritual, el saber vivir conscientes de la presencia de Dios, cambia totalmente nuestra vida, lo que encontramos y lo que nos sucede...Saber recibirlo todo como un regalo, como un don...hace que la cosa más simple se transforma en importante para nosotros. Vivir la vida como una entrega, hace que cualquier cosa cobre una importancia inusitada.
No consigo mandarte un comentario en el blog del septimo cielo.
ResponderEliminarEl blog del séptimo cielo no es mío. Un abrazo: Joan Josep
ResponderEliminarLo cotidiano no es aburrido para una persona que busda algo que destaca, y el porque.
ResponderEliminarLas mañanas todas no son iguales: verano, otoño, invierno primavera,cambia el cielo, las estrellas, los aires, la luz.
el paisage combia: que es aquello? ¿un manzano? en medio delos zarzales: que hace alli: como ha crecido ¿AH? claro la manzana que mordi y la tire: todo se transforma una abraçada
Hola Joan Saludos.
ResponderEliminarGracias por compartir tan bella reflexiòn. Vivir cada dìa la vida con el mayor de lo animos, sin caer en la rutina perdiendo hasta el sentido de lo bello, puro, sencible, precioso, humilde y eterno. Eso es saber vivir la cotidianidad acompañados por la verdad.
Gracias por tu pas por mi blog.
Dios e bendiga y un fuerte abrazo.
Fra Rodolfo de Jesùs O.Carm.
Totalmente de acuerdo con la primera parte del post, cualquier día me tendré que poner a hacer limpieza en serio... y después no volver a guardar "porsiaca", claro
ResponderEliminarCada vez le voy dando más importancia a las cosas pequeñas y también cada vez procuro dar gracias por más cosas de las que veo o me ocurren a lo largo del día, no se si eso será que voy siendo más consciente de la presencia de Dios en mi vida
Un abrazo
Joan, es curioso, soy una especialista en guardar cosas para ocasiones especiales. No es una virtud precisamente. Tu entrada me hace reflexionar sobre la actitud que tengo últimamente; ¿ Me estoy guardando para una gran ocasión ? Ni idea pero me temo que me va a suceder lo mismo que a mis trastos; tanto guardarlos y después solo quedan para tirarlos.
ResponderEliminarUn beso desde los antipolillas. ( sonrio)
La rutina no té cap connotació pejorativa. Procedeix del francès "routine", petita ruta, petit camí. El petit camí que potser prenem cada dia quan sortim a passeig, o quan fem la nostra feina, amb gust, i que mai és igual. Necessitem la "routine" perquè ens mantingui el pensament i el pas, que d'altra manera potser derivarien sense trobar el retorn. Beneïda sigui la rutina, que ens conté cada dia. I en mala hora s'ha dit que les rutines són dolentes.
ResponderEliminarUna abraçada marina.