viernes, 26 de octubre de 2012

EL ANACORETA Y EL JOVEN QUE NO QUERÍA HACERSE PREGUNTAS


Era un joven culto. Estaba acabando los estudios en teología. Por eso le extrañó mucho al Anacoreta oírle decir:
- Yo cuando leo un libro que me produce dudas, lo dejo inmediatamente. Yo hago caso a lo que me enseñan mis maestros y me dicen mis superiores.
El Anacoreta se acercó a él y le dijo:
- Me parece que cometes un grave error. Lo peor que podemos hacer es dejar de dudar, de hacernos preguntas, de buscar. Esa es la única forma de avanzar en nuestros conocimientos y en adquirir verdaderas certezas. Negarse a reflexionar, agarrase al principio de autoridad, es condenarse a la pasividad frente a la vida.
El joven replicó:
- Sí, pero no puedo despreciar la experiencia de mis mayores.
El anciano lo miró con simpatía y contestó:
- Todos los maestros han sido alumnos y no se han convertido en meros repetidores. Porque se hicieron preguntas, porque dudaron de lo que le enseñaron, avanzaron y descubrieron nuevas cosas.
Se de tuvo un momento y concluyó:
- No te pido que caigas en la duda permanente. Te pido que no te quedes encerrado en tu verdad. Que reflexiones y busques la parte de verdad, que seguro tiene, aquél que piensa muy distinto a ti. Es un buen ejercicio dar la vuelta a lo que creemos y mirarlo desde el lado contrario. Haz de hacerte preguntas. Interrogando sobre tus dudas conseguirás avanzar en la verdad...  

1 comentario:

  1. HERMOSA REFLEXIÓN, OJALA TODOS LOS TUVIERAN EN CUENTA, LO IMPORTANTE QUE ES CUESTIONAR, DUDAR, ARGUMENTAR, Y CURIOSEAR, PARA ADQUIRIR CONOCIMIENTOS, Y PARA CONSTRUIRSE COMO SUJETO. SALUDOS Y A SEGUIR REFLEXIONANDO:)

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