"El que no está conmigo está contra mí y el que no recoge conmigo, desparrama." (Lc 11, 23)
Jesús acaba de expulsar un demonio que había dejado mudo a un hombre. Mientras muchos se admiran, otros atribuyen lo que ha hecho al diablo. Pero el diablo no puede actuar contra el diablo. Jesús nos llama a estar unidos a Él, si queremos hacer las cosas bien. No estar con Él significa desunir, destruir.
Nosotros, ante las injusticias de este mundo, a veces, estamos mudos. Nos callamos y miramos hacia otro lado. Si estamos con Jesús "hablaremos" y lucharemos contra la injusticia. No permaneceremos indiferentes frente el mal. Entonces el Reino de Dios, que es el reino de la justicia, habrá llegado a nosotros. Ante nosotros se abrirá un mundo de liberación de la esclavitud. La Buena Nueva.
Gracias, Señor que tu Reino venga a mí, gracias.
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