"Yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz." (Jn 7, 28)
Se acercaba la Fiesta de las Tiendas. Una conmemoración del paso por el desierto del pueblo de Israel. Era una fiesta de reflexión, de retiro; un tiempo de desierto.
Los judíos no creen que sea el Mesías: "no sabremos de dónde viene, en cambio de este todos sabemos de dónde es". ¿De verdad lo sabían?¿De verdad lo sabemos? Jesús quiere hacerles reflexionar y les responde que Él es un enviado. Él es la Palabra que se nos ha enviado a nosotros. ¿La escuchamos? Quizá como los judíos intentamos "matarla". No la escuchamos, hacemos oídos sordos y seguimos inmersos en nuestras comodidades.
Muchas, gracias.
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