Cuando me aseguren que el mundo es un asco y no se ve la solución, y el fracaso de no poder hacerme a mi mismo vuelva mi corazón resentido y duro, haz Señor,
QUE LA MANO EXTENDIDA DEL POBRE ME DEVUELVA LA TERNURA.
Cuando el afán por obtener poder me haga servil y adulador, haz Señor,
QUE LA INDEPENDENCIA DEL POBRE ME DEVUELVA LA LIBERTAD.
Cuando el provecho como único valor de las personas me haga calculador y me hiele las entrañas, haz Señor,
QUE EL "DIOS SE LO PAGUE" DEL POBRE ME DEVUELVA LA ALEGRÍA DE LA GRATUIDAD.
Cuando la lucha prepotente por ser el primero me haga ser agresivo y desconfiado, haz Señor,
QUE LA IMPOTENCIA DEL POBRE ME DEVUELVA LA PAZ.
Cuando el tener me haga olvidar el ser, haz Señor,
QUE LA HUMANIDAD ROBADA AL POBRE ME DEVUELVA LA DIGNIDAD.
Cuando la seguridad, hecha un absoluto me vuelva instalado y miedoso, haz Señor,
QUE EL VIVIR AL DÍA DEL POBRE ME DEVUELVA EL GUSTO POR EL RIESGO EPERANZADO.
Cuando, para ser reconocido y ensalzado haga ley común del engaño y la mentira, haz Señor,
QUE EL CLAMOR DEL POBRE ME DEVUELVA LA VERDAD.
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