Caminaban al atardecer. El Anacoreta dijo a su joven discípulo:
- Lo que más daño hace a nuestra sociedad son las ideologías.
El discípulo guardó silencio esperando la explicación de su maestro. El anciano, tras un rato sin decir nada, continuó:
- Cuando se sigue ciegamente una ideología, se tiene un sistema de ideas, pero...ya no se piensa más. Se hacen las cosas sin reflexión ni voluntad. Y sobre todo sin sentimientos. Se hacen porque hay que hacerlo, y nada más.
Guardó otro rato de silencio y añadió:
- Cuando la religión se convierte en ideología, deja de ser espiritualidad y se convierte en fundamentalismo. Entonces, en su nombre, se cometen grandes barbaridades. Por desgracia la historia nos da muchos ejemplos.
Y siguieron andando en silencio.
(Mientras tenga que conectarme con un ordenador del colegio, lo haré más tarde)
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