No acumuléis riquezas en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Acumulad más bien vuestras riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye, ni las cosas se echan a perder, ni los ladrones entran a robar. Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.
Los ojos son como la lámpara del cuerpo. Si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo será luminoso; pero si tus ojos son malos, todo tu cuerpo será oscuridad. Y si la luz que hay en ti resulta ser oscuridad, ¡qué negra no será la propia oscuridad!
La riqueza del seguidor de Jesús es el Amor. Saber mirar con ojos buenos, es mirar con Amor todas las cosas y a todas las personas. Si sabemos mirar así, llenaremos de luz todo nuestro alrededor.
Vivimos empeñados en acumular. Creemos que debemos tener muchas cosas que creemos indispensables. Pero todas ellas se destruiran y no nos las llevaremos el dia de nuestra muerte. Pero sí podremos mostrar ante Dios nuestras manos llenas de Amor. Esta es la verdadera riqueza.
Estimat Joan Josep,
ResponderEliminarem fa l'efecte que el meu comentari d'ahir no s'ha publicat... Et deia que estic contenta de retrobar-te. Que et desitjo molta salut i energia per continuar aquesta feina que fas d'amistat i atenció a la gent. Me'n sento reconeguda.
Ara marxaré uns dies a Caldes de Boí, perquè estic fluixeta, amb anèmia, i m'he de recuperar.
Espero que el teu estiu sigui molt bell i agradable. Una abraçada.