Pedro comenzó a decirle:
– Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido.
Jesús respondió:
– Os aseguro que todo el que por mi causa y por causa del evangelio deje casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras, recibirá ya en este mundo cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones; y en el mundo venidero recibirá la vida eterna. Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros.
Ayer Jesús nos decía que, para seguirle, debíamos dejarlo todo. Hoy nos dice que, si le seguimos, recibiremos el ciento por uno. Seguir a Jesús es recibir la felicidad, la verdadera felicidad. La de sentirse realizado, llevando una vida plena entregados a los demás. Pero Jesús también nos dice que ser felices no es no tener problemas. Tendremos persecuciones. Pero nos sentiremos hermanos de todos, miembros de la gran familia de los hijos de Dios. Dios es generoso y no nos abandonará nunca.
"Tener y acumular es una práctica mundana que contradice la dinámica evangélica de dejar y desprenderse. Muchos se afanan en su vida en alcanzar metas a golpe de acumular, como si esto fuera garantía de realización personal y felicidad. Pero a poco que te pongas a analizar, te das cuenta de que tener y acumular no llena tu vacío existencial.
En la respuesta que Jesús da hoy a los que le siguen, nos recuerda a todos donde está la clave de una vida realizada: quien deja, recibe cien veces más, se realiza y encuentra. Porque cuando más das, más recibes. Y a la inversa.
¿Cuál es el precio que estás dispuesto a pagar por seguir al Maestro? ¿Qué te cuesta dejar? La dinámica del evangelio es muy sencilla, pero a la vez, muy contra corriente: cuanto más acumulas y ahorras, más pobre eres, porque recibes menos ya en esta vida. Si no te entregas, no arriesgas, no sales de tu zona de confort, no saltas en paracaídas y no vives ninguna aventura; tu vida es pura monotonía, aburrida como una seta, sin novedades interesantes, un rollo. Sin embargo, cuanto más arriesgas, más das; cuanto más apuestas y más vuelas, más experiencias llenas de vida recorres, a más gente conoces, más aire de Dios se mueve dentro de ti, más rico eres. Al revés que en la lógica del mentalidad actual.
El apóstol Pedro, en la primera lectura de hoy, nos anima a: “estad interiormente preparados para la acción, controlándoos bien, a la expectativa del don que os va a traer la revelación de Jesucristo”. No le falta razón, dejar para seguir mejor a Jesús requiere una actitud de esfuerzo que debe ser animada por el Espíritu Santo. Se trata de dejarse llevar y confiar.
A Dios no le gana nadie en generosidad. Si tú le das tres, Él te lo multiplica por cien. ¡Pruébalo!"
(Juan Lozano cmf, Ciudad Redonda)
"Ser, és Saber que Som Un, en Ells"
ResponderEliminarK.attiacaljo@hotmail.com
ResponderEliminarDios cuda de mi confiar ,todo va hacer con persecusiones pero tener esa confianza que el me protejera de todo buen dia
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