Pedid y Dios os dará, buscad y encontraréis, llamad a la puerta y se os abrirá. Porque el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama se le abre.
¿Acaso alguno de vosotros sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en el cielo las dará a quienes se las pidan!
Celebramos hoy las Témporas de acción de gracias y de petición. La Iglesia nos invita a dar gracias y a pedir. Muchas veces hemos creído que la oración de petición era un poco egoista y que es mejor dar gracias o, simplemente, contemplar. Pero Jesús nos dice que pidamos. Que lo hagamos como un hijo lo hace a su padre. Si nos fijamos en el padrenuestro, allí Jesús nos hace que pidamos. Que pidamos por nuestras necesidades (el pan de cada día) y que pidamos el perdón y que el mal no pueda nada contra nosotros.
Aprovechemos el día de hoy para pedir y para agradecer al Padre todos los dones que nos ha concedido y nos concederá. Algunos de ellos no somos conscientes de que son un don. Y, a veces, podemos creer que Él no nos escucha. Pero el Padre siempre está con nosotros y no nos abandona. Nosotros también debemos trabajar para obtener aquello que pedimos. ¿Realmente actuamos o esperamos que todo nos venga caído del Cielo?
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