miércoles, 30 de junio de 2010

EL ANACORETA Y LA ESTATUA


Estaban sentados en un parque. Frente a ellos se encontraba la estátua de un personaje. El Anacoreta comentó riendo:

- Lo peor que puede pasarnos es que nos hagan una estátua. Es la manera de "petrificarnos". Lo hemos hecho con Jesús, María, los santos...Alberti lo describió en un poema que ponía en labios de San Pedro:

«Di, Jesucristo, ¿por qué me besan tanto los pies?
Soy San Pedro aquí sentado,
en bronce inmovilizado,
no puedo mirar de lado ni pegar un puntapié,
pues tengo los pies gastados,
como ves.
Haz un milagro, Señor.
Déjame bajar al río,
volver a ser pescador,
que es lo mío».

- Si Pedro no ha vuelto al río, sin embargo, Jesús sí se pasea entre nosotros. Aunque no lo sepamos ver,,,

martes, 29 de junio de 2010

EL ANACORETA Y EL MENSAJERO


El joven seguidor comentaba tristemente las críticas que oía al Papa, obispos, jerarquías. Unas justificadas y otras no...El Anacoreta lo miró sonriendo y le dijo:

- No hay que confundir el mensaje con el mensajero...Si llega a tu casa un cartero cojo, tuerto, jorobado y con un grano de bruja en la punta de la nariz trayendo una carta de tu mejor amigo ¿la tirarás a la papelera y te pondrás triste, sólo por la fealdad del cartero? Y si llega a tu casa una empleada del juzgado, rubia, con ojos azules de mirada lánguida, cara y cuerpos perfectos, llevando una carta del juez en que te conminan a ingresar en prisión de inmediato, ¿te pondrás a dar saltos de alegría por la belleza de la empleada del juzgado?

Guardó unos instantes de silencio y prosiguió:

- No, el mensaje no depende del mensajero. Perdemos el tiempo criticando al que nos habla y no ponemos atención en lo que nos dice. Es más, utilizamos como excusa al mensajero, para no escuchar el mensaje. Dios nos habla através de los demás y lo hace através de quien Él quiere; no de quien nos gusta a nosotros

Y riendo concluyó:

- Se trata de saber escuchar...o tendremos que ir a GAES...

lunes, 28 de junio de 2010

LA PELÍCULA DEL LUNES: CAMPO DE SUEÑOS


Con las películas intento hacer lo mismo que con los libros. Por coriáceos que parezcan, siempre podemos obtener algo nuevo y postivo. Esta película es profundamente norteamericana. Hemos de sacarle ese envoltorio y encontraremos bastantes cosas aprovechables. La locura por el beisbol que nosotros no podemos entender, y el intento de quema de libros en la escuela...son cosas que nos cuesta entender aquí.

La propaganda nos la muestra como un homenaje a los que se atreven a soñar...Es cierto, pero hay más.

Ray es un granjero de Ohio. Estudiante y hippy, al igual que su mujer en los sesenta. Se encuentra en una edad en que empieza a cuestionarse su vida. Para mí, el personaje que va a desarrollar toda la trama, es el padre de Ray. Gran aficionado al beisbol, quería hacer de su hijo un gran jugador y éste odiaba ese deporte. Eso los distancia de tal forma que a los 17 años abandona el hogar y no volverá a casa hasta el día del entierro de su padre. Ray considera a su padre un fracasado. Alguien oscuro que nunca pudo realizar sus sueños. Por eso él empezará a soñar. Pero en el fondo se trata de emprender el camino de la reconciliación con el padre...

Una voz le dirá: "Si lo construyes, vendrá". Eso le hace arrancar la mitad de su plantación de maiz para construir un campo de beisbol. En él empezarán a aparecer antiguos jugadores de beisbol ya difuntos, que sólo él, su mujer y su hija pueden ver...Sólo aquellos capaces de soñar.

El primer jugador en aparecer en el campo es "calcetines", el ídolo de su padre.

Pero volverá a oír la voz. Esta vez le dirá: "Alivia su dolor". Atraviesa el país en busca del escritor Terence Mann, el ídolo del movimiento juvenil de los 60 en USA. Ahora retirado y amargado. Él acabará de ayudarle a llegar al final. Encuentran a un médico ya fallecido, que sólo pudo jugar unos instantes como profesional y no le dió tiempo de batear.

La voz vuelve a hablar: "Ve hasta el final". En casa su mujer se ve acosada por los bancos. Se han gastado sus ahorros en el campo de beisbol y no pueden pagar la hipoteca.

Cuando Ray regresa a casa con Terence y un joven que se llama igual que el médico fallecido, su mujer ha resistido. La hija repite la frase de que no vendan porque "vendrán". Cuando los jugadores dejan el campo, uno de ellos se queda un rato más. Es el padre de Ray. Allí puede presentarle a su mujer y a su hija y pueden hacer las paces. A lo lejos, por la carretera se ven llegar las luces de los coches con las personas que quieren utilizar el campo y ver los partidos que sólo pueden ver los capaces de soñar...

Es difícil resumir el argumento. Pero creo que todo el film es una metáfora de la búsqueda de nosotros mismos, de la reconciliación con el padre...al que según Freud todos matamos un día creyendo que así nos hacemos adultos... El campo de beisbol es recuperar esa infancia en la que decepcionó a su padre rechazando el beisbol. El escritor, es volver a aquella juventud idealista, encontrar a su lider hundido y levantarlo. Recuperar los ideales, la utopía. El médico es la imágen de su madurez. Él no pudo cumplir su sueño, pero al fracasar en el beisbol estudió medicina y todo el pueblo lo recordaba como el médico que supo ayudar a los más pobres. Acaba salvando a la hija de Ray abandonando el campo de los sueños y volviendo a la realidad sin posibilidad de volver atrás. Y al final del recorrido la reconciliación con su padre, con los valores que nos ayudaron a crecer y que destruímos creyendo que así seríamos nosotros. La película nos muestra que, si sabemos mirar y escuchar, hay cosas que nos llevan a crecer, a lograr que se realicen nuestros sueños...Nos muestra que, lo que creemos casualidades, quizá son mensajes que hemos de saber interpretar.

domingo, 27 de junio de 2010

TOLERANCIA Y EXIGENCIA...


"Cuando se iba a cumplir el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no le recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:
- Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?
Él se volvió y los regañó. Y se marcharon a otra aldea.
Mientras iban de camino le dijo uno:
- Te seguiré adonde vayas.
Jesús le respondió:
- Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.
A otro le dijo:
- Sígueme.
Él respondió:
- Déjame primero ir a enterrar a mi padre.
Le contestó:
- Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.
Otro le dijo:
- Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.
Jesús le contestó:
- El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios."

El problema que dividía a judíos y samaritanos era teológico. El lugar del culto, puntos de la Ley...En este pasaje parece como si Santiago y Juan quisieran fundar la Inquisición: fuego a los herejes. Lo único que consiguen es una reprimenda de Jesús. Los cristianos, después, no aprendimos la lección: Inquisición, Santo Oficio.... Ahora no mandamos a nadie a la hoguera ni lo torturamos físicamente, pero sí los mandamos callar, los torturamos psicológicamente, les prohibimos enseñar...Jesús nos sigue reprendiendo, pero, al parecer, no lo oímos. Porque no sabemos reconocer la voz de Jesús en la voz de los hombres...
No es casualidad, que junto a este texto se encuentren tres demostraciones de la exigencia de seguir a Jesús. No se trata de vivir en la calle, de no enterrar muertos, ni de olvidarse de la familia (sería ir en contra de un mandamiento). Se trata de que seguir a Jesús significa hacerlo totalmente, con toda nuestra persona y nuestro ser. Es entregarse olvidándose de privilegios, del poder, de las posesiones...Entregarse totalmente a los demás, que eso es entregarse a Jesús. Y ahí no hay tolerancia. Sigue habiendo la misericordia de Dios, que sabe de nuestra debilidad y espera que nos levantemos cada vez que hemos caído.
Este es el mensaje de hoy. Tolerancia con las ideas y creencias de los demás. Exigencia en nuestro seguimiento y entrega a Jesús.

sábado, 26 de junio de 2010

LA MÚSICA DEL SÁBADO: ESPÍRITU SANTO:¡TÚ ESTÁS AQUÍ!

Encontré este vídeo en el blog amigo, el de Saltim Salto Quántico (¡vaya nick tiene la niña!) y me gustó. Las imágenes son de la Fundación José A. Llagune, que trabaja con los indígenas de la Sierra de Tarahumara (Méjico). Las letras que aparecen impresas, son la oración "Al Viento del Espíritu" de Monseñor (aunque a él no le gusta que le llamen así) Pedro Casaldáliga. La canción "¡Tú estás aquí!", la interpretan Jesús Adrián Romero y Marcela Gandara.

viernes, 25 de junio de 2010

ORACIÓN DE ALGUIEN QUE ESPERA (Versión libre del Salmo 30)


Estoy buscando Señor,
y en ti he encontrado esperanza.
Tú que eres justo y fiel ponme en lugar seguro.

Haz honor a tu nombre: diríjeme y guíame.
Tú eres mi amigo, sácame de la red en que he caído.

En tus manos pongo mi vida:
tú, Señor, el Dios fiel, me ayudarás.
Confío en ti; tu lealtad
será mi gozo y me alegría.

Velarás por mi vida cuando sufra
y me amenace el peligro.
Dame espacio para encontrar siempre la salida.

Escúchame, Señor: estoy mal, mi vida
se gasta.
lloro en silencio, se agotan mis fuerzas,
incluso me duelen los huesos.

Escúchame, Señor: se burlan de mí,
se ríen sin motivo, pasan de mí,
y soy como un desconocido.
Me siento un cachorro inútil.

Pero yo confío en ti, Señor
te digo: "tú eres mi Señor".
En tus manos están mis ilusiones
y en tus manos dejo mis penas.

Muéstrame tu rostro radiante
y sálvame por tu lealtad.
Señor, que no me avergüence de haberte llamado.

Sé, Señor, que tu bondad es grande
para quien te es fiel. Escondes mi vida
en lo más profundo de tu corazón,
y me hablas desde lo oculto como un amigo.

Bendito seas, Señor, que has hecho por mí
maravillas de amistad.
Mi corazón dice: "Sed valientes y animosos
los que esperáis en el Señor".


jueves, 24 de junio de 2010

REFLEXIONES EN UNA VERBENA...


El hecho que a los 62 años sea el más joven donde vivo, hace que en las noches festivas, cuando la gente empieza la celebració, me encuentre con que en casa todos se han ido a la cama y estoy solo. Entonces me da por pensar. Esto me ocurrió ayer en la verbena. Así que me fuí a la terraza del sexto piso, en un edificio que está al pie del Tibidabo y desde el que se domina toda la ciudad. Cohetes, petardos, risas de niños...todo ello arropado por las luces de la noche. En esos momentos me vienen a la mente dos sentimientos contradictorios.

Me siento alegre con la alegría de los demás. Imagino esas familias felices. Los niños jugando con las bengalas, mirando con ojos de asombro las luces fosforescentes de los cohetes...Y me pregunto, el por qué de ciertas espiritualidades en las que parece que disfrutar es pecado. Espiritualidades que culpabilizan de todo lo bueno al hombre.

Pero luego me vienen a la mente las muchas personas que en ese momento están en los hospitales, enfermos en sus casas, solos, sin nadie con quien compartir la fiesta, hurgando por los basureros para encontrar algo que comer...Y me pregunto, por qué los poderosos de este mundo utilizan la fiesta, la diversión, para que nos olvidemos de las injusticias, de las personas que sufren...Esos poderosos que nos dan "circo" para que olvidemos la realidad de nuestra sociedad...

Siempre me queda ese regusto agridulce ante las fiestas. Esta mañana, al enterarme de la desgracia de Castelldefels, esa sensación ha sido todavía más fuerte. Y me entran un deseo imperioso de callar, de no volver a hablar de Dios. Porque sólo aquel que sufre cada día, que debe sorberse las lágrimas de dolor, que vive en una noche constante, tiene derecho a hablar de Dios...Los demás, no sabemos de qué hablamos...

miércoles, 23 de junio de 2010

TRABAJAR EN EQUIPO


En la sala de profesores de un colegio estaba esta nota en la cartelera:


Había una vez una escuela que tenía un Equipo formado por cuatro personas que se llamaban: ALGUIEN, TODOS, CUALQUIERA y NADIE.
Ya avanzado el segundo trimestre del curso, el Equipo debía realizar un trabajo muy importante y TODOS creyó que ALGUIEN lo haría.
La verdad es que CUALQUIERA lo podría hacer, siempre que ALGUIEN lo organizara. El asunto se complicó cuando TODOS se dió cuenta de que el término para realizarlo se había acabado y NADIE se había hecho cargo.
Como era previsible, ALGUIEN le hechó una bronca monumental a TODOS, porque en realidad NADIE no hizo aquello que habría podido realizar CUALQUIERA.

¿No os parece que esto ocurre muchas veces?

martes, 22 de junio de 2010

LOVE


No, no os habéis equivocado de blog. Es el título de un poema de George Herbert, uno de los poetas místicos ingleses del siglo XVII. Simone Weil cuenta, que tras leerlo encontró a Dios.

"El Amor me acogió;
sin embargo, mi alma retrocedió,
culpable de polvo y pecado.
Pero el Amor dispuesto, viendo mi duda
y mi entrada vacilante,
se me acercó, preguntándome dulcemente
si echaba algo en falta.
'Un convidado', respondí, 'digno de estar aquí'
'Lo serás tú' dijo el Amor.
'¿Yo? ¿El malo?, ¿el ingrato? Ah, amor mío
no puedo mirarte.'
El Amor me tomó la mano y sonriendo respondió:
'¿Quién hizo los ojos sino yo?'
'Cierto, Señor; pero yo los he destrozado: deja que mi vergüenza
se dirija donde merece.'
'¿Y no sabes' dijo el Amor, 'quién asumió la culpa?'
'Amado, entonces yo serviré,'
'Has de sentarte', dijo el Amor, 'y probar mi carne'.
Así que me senté y comí..."

lunes, 21 de junio de 2010

LA PELÍCULA DEL LUNES: EN EL MUNDO A CADA RATO.


Se trata de una película dividida en cinco historias, cada una de ellas dirigida por un director diferente. Está patrocinada por la UNICEF y el hilo conductor son los niños. Son actores con una espontaneidad sorprendente, auténticos profesionales, pese a no serlo.

. El secreto mejor guardado: Es la primera historia. Transcurre en la india. Un niño no entiende por qué, exepto una niña, todo el pueblo lo rechaza. Aprenderá que sus padres murieron del sida y él es seropositivo. Su abuela gastará los ahorros en comprarle el unifome para la escuela, que tanto anhela, en vez de comprar la medicación, consciente de que no podrá pagársela debido a su alto precio.

. La vida efímera: Vicenta, hija de Guineano y española, regresa con un proyecto de cooperación a Malabo. Allí, en el pabellón de pedriatría, se ha de enfrentar a los estragos del paludismo y los problemas de la sanidad africana.

. Las siete alcantarillas: Un suburbio de una ciudad argentina visto por los ojos de una niña. Para ella su madre es "relimpia" y su padre "coleccionista y explorador". En realidad ella limpia parabrisas de coches en un semáforo y su padre con un viejo carro recoge cartones, trapos y chatarra de la basura de la ciudad. Una familia con violencia doméstica y unos niños abocados a la delincuencia.

. Hijas de Belén: Una vieja de la selva amazónica peruana, dejó su poblado para ir a estudiar a Iquitos. Nunca lo consiguió. Desde niña debió trabajar para subsistir. Lo mismo ocurre con las niñas de ahora. Las vemos vendiendo leche de yuca, peces, huevos...en el mercado. De vez en cuando alguna desaparece en un barco para dedicarse a la prostitución. Ninguna logra ir a la escuela.

. Bina y la gran idea: Para mí, la mejor de las cinco. Una niña que va a la escuela nos cuenta la gran idea de su padre, un sencillo pescador de río en el Senegal. Al escuchar las grandes cosas que hacen los tubab (blancos) y que él no acaba de entender, tiene una gran idea. Le dicta una carta a su hija pequeña que sabe escribir y empieza una procesión desde el subprefecto, al prefecto y al gobernador, para exponer su idea. No os la desvelo, pero os aseguro que es una gran lección para nosotros. Está rodada, además, con un gran sentido del humor.

Es altamente recomendable. Muy útil en la clase. Si no entera, alguna de las historias. También puede servir para una campaña de concienciación del Domund o la Infancia Misionera...o no importa qué ONG de desarrollo.

domingo, 20 de junio de 2010

¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?


"Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
- ¿Quién dice la gente que soy yo)
Ellos contestaron:
- Unos que Juan Butista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Él les preguntó:
- Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Pedro tomó la palabra y dijo:
- El Mesías de Dios.
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió:
- El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Y dirigiéndose a todos, dijo:
- El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará."

Hoy Jesús sigue haciéndonos las mismas preguntas. Nosotros podemos responder con las mil y una teorías que corren por ahí. El volverá a concretar:
- Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Haremos como Pedro. Responderemos con una definición perfecta del Catecismo de la Iglesia Católica o con un profundo tratado de Cristología. Jesús elogiará nuestros conocimientos. Quizá nos diga que esa respuesta nos la ha inspirado el Espíritu en nuestra meditación...Él volverá a decirnos que los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, lo siguen matando cada día. Nos dice que todas las definiciones no sirven de nada, si no le seguimos. Y seguirlo es tomar nuestra cruz y perder nuestra vida. Para justificar estas palabras nos hemos inventado mil y una penitencias. Hemos dicho que debemos pisotearnos a nosotros mismos...

Jesús nos está diciendo algo más simple (no más fácil): que hemos de vivir el día a día siguiéndole a Él. Es decir, amando al prójimo como Él nos amó. Dando nuestra vida día a día por los demás: nuestra familia, nuestros amigos, los vecinos, los que sufren...Viviendo con alegría las molestias y sufrimientos de cada día, porque eso nos permite amar...Esa es nuestra cruz, porque esa fue la cruz de Jesús: ser incomprendido, perseguido, muerto, para darnos la vida a todos.
La primera frase del texto nos dice que Jesús estaba rezando solo, en presencia de sus discípulos. ¿Qué estaban haciendo los discípulos? No dejemos a Jesús rezar, curar, sufrir, morir...solo. Eso es lo que hacemos cuando pasamos indiferentes junto al dolor del otro...Eso es lo que hacemos cuando creemos que estamos salvando nuestra vida, porque nos creemos mejores que los demás...

sábado, 19 de junio de 2010

MÚSICA DEL SÁBADO: VIDEOCLIP ¡AY! HAITÍ

Corremos el riesgo de olvidarnos. En la época en que las noticias nos llegan al poco rato de sucedidas, tendemos a olvidarlas rápidamente. Los media no nos las recuerdan. ya no son noticia. Pero Haití sigue sufriendo. Su gente vive todavía en barracas y empieza la estación de los huracanes y tormentas tropicales. Cristo seguirá viviendo y muriendo en Haití...

viernes, 18 de junio de 2010

PIDO LA PALABRA...


El P. José Arregui pide la palabra y gustosamente se la cedo:


PIDO LA PALABRA
JOSÉ ARREGI,

GUIPÚZCOA.

ECLESALIA, 18/06/10.- Hace siete meses, en la víspera de Nochebuena, me quedé sin palabra como Zacarías. Y me vuelve a la memoria la historia de aquel sacerdote de Jerusalén temporalmente mudo, padre del profeta precursor de Jesús. Nació su hijo tan deseado y nadie sabía cómo llamarlo, salvo su madre Isabel, pues las madres saben siempre el nombre sagrado y único de cada hijo. “Se llamará Juan”, decía ella, es decir: “Dios consuela” (¿cómo podía llamarse si no?). Pero nadie le hacía caso. ¿Y qué decía el padre de la criatura? Poco podía decir estando como estaba transitoriamente mudo, pero quería ratificar la decisión de su sabia y resuelta mujer. Entonces, pidió por señas una tablilla, y en ella escribió: “Juan es su nombre. Dios es consuelo”. Y luego siguió hablando.
¡Bien por Zacarías! Yo no llego ni a los flecos de su túnica sacerdotal, pero es la hora de decidir. Ya pasó el invierno, pasó la flor cuaresmal del laurel, la blanca flor del espino blanco también pasó, y las golondrinas volvieron (¡qué pena que este año hayan venido tan pocas!). Todo está tan verde en Arantzazu que hasta la peña blanca parece verde. No es una hora fácil, pero está llena de Dios. Me siento en paz y sin rencor, pero he de resolverme.
Monseñor Munilla, obispo de San Sebastián desde hace seis meses, ya se ha resuelto. Hace diez días citó al superior provincial –junto con el vicario– de esta provincia franciscana a la que pertenezco, para transmitirles órdenes tajantes: “Debéis callar del todo a José Arregi. Yo no puedo, hasta dentro de dos años [hasta que haya tomado las riendas de la diócesis], adoptar directamente esta medida contra él. Pero ahora debéis actuar vosotros. Os exijo que lo hagáis”. Y pidió a mi provincial y vicario provincial que me destinen a América a trabajar con los pobres, y ello –les dijo– como “como medida de gracia”, como “ocasión de gracia”. Soy – les dijo también – “agua sucia que contamina a todos, a los de fuera de la Iglesia al igual que a los de dentro”. O irme a América o callar del todo: he ahí la alternativa.
Soy consciente de la gravedad de la hora y de la gravedad de mi decisión, pero me siento en el deber de decir: NO. No puedo acatar estas órdenes del obispo. Y creo que no debo acatarlas, en nombre de lo que más creo: en nombre de la dignidad y de la palabra, en nombre del evangelio y de la esperanza, en nombre de la Iglesia y de la humanidad que sueña. En nombre de Jesús de Nazaret, a quien amo, a quien oro, a quien quiero seguir. En nombre de Jesús, que nos enseñó a decir sí y a decir no. En nombre del Misterio de compasión y de libertad que el bendito Jesús anunció y practicó con riesgo de su vida. No callaré.
Me consta que el gobierno de mi provincia franciscana se opone en conciencia a ejecutar las órdenes del obispo, pero doy por seguro que tarde o temprano se verán forzados a hacerlo, pues los tentáculos de la jerarquía eclesiástica son extensos y poderosos. Pero quiero dejarlo muy claro: el gobierno de mi provincia franciscana no tendrá ninguna responsabilidad en las medidas que se vayan a tomar. El obispo y sus curias superiores serán los únicos responsables.
¿Y cuáles son las razones del obispo? Es muy probable que la razón de fondo sea aquel asunto de la carpeta, cuya existencia y cuyo nombre (“mafia”) ha reconocido Monseñor Munilla ante mí mismo y ante muchos sacerdotes de la diócesis, aunque, eso sí, explicando el contenido a su manera. Pero no es ésa, evidentemente, la razón que ahora aduce. El obispo me atribuye numerosos errores y herejías teológicas. He mantenido con él varias conversaciones que en realidad han sido severos interrogatorios con el Catecismo de la Iglesia Católica en la mano. No aprobé el examen, y no porque desconozca el Catecismo, sino porque no acepto que sea la única formulación válida y vinculante de la fe cristiana en nuestro tiempo. Si la fe de la Iglesia es el Catecismo tal como Monseñor Munilla lo entiende y explica, admito sin reservas que soy hereje. Pero, ¡Dios mío!, ¿qué es una “herejía”? ¿Existe acaso mayor herejía que el autoritarismo, el dogmatismo y el miedo? ¿Cómo es que no hemos aprendido todavía cuántas verdades han resultado luego mentiras y cuántas herejías del pasado son ahora opinión común? ¿Por qué, si no, Juan Pablo II pidió tantas veces perdón por condenas pronunciadas en el pasado? ¿Cómo es que en este siglo XXI, en esta era de la información acelerada y globalizada, seguimos empeñados en poseer la verdad y en impedir la expresión de las opiniones, incluso de aquellas que se consideran erradas? ¿Cómo es que aún confundimos la fe con creencias y la identificamos con formulaciones, y no hemos aprendido que sólo merece fe el Indecible más allá de la palabra? ¿Cómo es que creemos tan poco en la madurez de los hombres y de las mujeres de hoy para discernir lo que han de pensar y hacer? ¿Cómo es que confiamos tan poco en el Espíritu Santo que habita en todos los corazones? ¿Y cómo es que en la Iglesia, en nombre de la verdad, se persiguen más los errores teológicos que la mentira, el orgullo, la ambición y la avaricia, por no decir la pederastia?
Pero ésta es mi Iglesia. En ella he aprendido a respirar y a vivir. En ella he descubierto que no hay fronteras entre los de dentro y los de fuera, y que todos somos buscadores, peregrinos, hermanos, y que todos nos movemos, vivimos y somos en el corazón de Dios. En ella, también entre quienes piensan de otra manera, tengo infinidad de hermanas y de hermanos, cada uno con su error y sus heridas, cada uno con su fuente de agua limpia en el fondo de su ser. También Monseñor Munilla es mi hermano, aunque los dos hayamos de soportar este conflicto.
Esta es mi Iglesia y en ella me quedaré. Pero en ella quiero ser libre y, como antiguamente Zacarías, yo también pido una tablilla. No callaré sino ante el Misterio. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

jueves, 17 de junio de 2010

EL ANACORETA Y EL VERDADERO MILAGRO...


Comentaba el joven seguidor:
- ¿No crees que si hiciéramos milagros la gente dudaría menos y creería más?
Sonrfió plácidamente el Anacoreta y respondió:
- Te contaré un cuento de la india que narraba Simone Weil: un asceta, tras pasar catorce años de soledad y penitencia regresó a visitar a su familia. Su hermano le preguntó qué había conseguido con todos esos años de penitencia y soledad. El asceta llevó a su hermano junto a un río y lo cruzó andando sobre las aguas. Su hermano buscó el barquero, atravesó el río en la barca y pagó una moneda por el servicio. Entonces le dijo a su hermano: "¿Vale la pena dedicar catorce años de sacrificio y esfuerzo para obtener lo que a mí tan sólo me ha costado una moneda?"
Tras unos momentos de silencio, concluyó:
- El verdadero milagro es hacer las cosas por Amor, hacerlo todo por Amor. Eso no se consigue con catorce años. Requiere toda la vida...Y eso si lleva a las personas a la Fe.
Y permanecieron los dos en silencio...

miércoles, 16 de junio de 2010

LAICIDAD O EL RÁBANO POR LAS HOJAS...


Con todo este jaleo sobre burkas, velos, cruces y símbolos religiosos, en vez de analizar en profundidad el problema, estamos arrancando el rábano por las hojas. Y, naturalmente, la consecuencia es obvia: en nuestras manos queda un precioso manojo de hojas inservibles y los rábanos siguen enterrados.
Estamos perdiendo la ocasión de analizar la interculturalidad y definir claramente qué es la laicidad.
El gran obstáculo que tenemos al hablar de interculturalidad, es que partimos de la prepotencia de que Occidente tiene la cultura más avanzada. No en vano hemos dedicado siglos a "civilizar" al resto de la humanidad. Confundimos cultura con tecnología y desarrollo y nos olvidamos de los valores espirituales. Y en ellos, otras culturas son muy ricas y podemos aprender de ellas.
El uso del burka hay que discutirlo a ese nivel. Quizá entonces entenderíamos, que hay mujeres que quieren llevarlo. Quizá entonces entenderíamos, que no es con prohibiciones que se cambian los hábitos, sino con razones; hablando. Las prohibiciones suelen generar el efecto rebote, sobre todo en los jóvenes, para defender su identidad. Dialogando es como les podremos hacer comprender que el burka denigra a la mujer y la rebaja a un objeto de su marido. (De paso ellas nos podrían hacer ver las formas que tenemos nosotros de transformar en objeto a la mujer).
Por otro lado, en nombre de la laicidad, nos estamos dedicando a prohibir. Un estado laico es aquél que no favorece ninguna religión en concreto. Una sociedad laica, no es una sociedad sin religión como algunos pretenden, sino una sociedad respetuosa con todos. Los valores laicos son el diálogo, el respeto, el consenso, la tolerancia...no la imposición. Porque un ateismo que quiere imponerse se convierte al instante en una religión y, encima, fundamentalista. En una sociedad no se pueden prohibir las manifestaciones de los sentimientos e ideologías de sus miembros. Nos convertiríamos en una sociedad de robots. Sí hay que regularlos. A mi me molestan de igual manera una procesión religiosa que la marcha del orgullo gay. Me molestan, por la incomodidad que causan, porque ambas dejan el tráfico del centro de la ciudad hecho un desastre. Pero los dos colectivos están en su derecho de manifestarse, mientras no provoquen un desorden público. Y las molestias no son un desorden.
Una sociedad laica no es la que borra la religión, sino una sociedad que es tolerante, solidaria, pacífica...En la que cada uno de sus componentes es libre de expresarse y vivir sus creencias en total libertad. Y eso no se consigue con prohibiciones, sino tendiendo puentes, eliminando diferencias, compartiendo... O al menos, eso es lo que creo que debería ser una sociedad laica.
El sectarismo, religioso o ateo, está en la base de la mayoría de las violencias de nuestro mundo. La solidaridad, religiosa o atea, es el remedio a los males de este mundo...

martes, 15 de junio de 2010

EL ANACORETA Y LO HUMANO...


Preguntó el joven seguidor al Anacoreta:

- ¿Qué debe hacer la Iglesia si quiere ser auténticamente evangélica?

Rió el anciano ante la pregunta y respondió:

- Hijo. Eso no se puede responder en pocas palabras. Corro el riesgo de ser vago y general o de fijarme sólo en un detalle. De todas manera prefiero centrarme en un detalle y no caer en la vacuidad de no decir nada...

Se detuvo un instante y luego respondió:

- Una de las cosas que debemos hacer en la Iglesia es prestar más atención al hombre que a nosotros. Estamos excesivamente preocupados por nuestra imagen, por lo que dicen de nosotros, por nuestros éxitos y fracasos...Hemos de estar atentos a las necesidades de todos los hombres, del Hombre. Escucharlos. Luego, buscar las respuestas en el Evangelio, en la vida, en el ejemplo de Jesús.

Miró al joven con ternura y añadió:

- Es viviendo entre los hombres, intentando llevar a la práctica el mensaje del evangelio en el medio que nos ha tocado vivir, como haremos grande la Iglesia. Poder, privilegios...no son evangélicos. Se trata de saber escuchar y vivir con coherencia. El obispo, cura, religioso o laico que vive así, podrán ser atacados y ridiculizados por el "poder del sistema", pero la gente de la calle los admira y los sigue...Anuncian con su vida la Buena Nueva.

Volvió a reir y concluyó:

- He aquí algo de lo que hemos de hacer en la Iglesia para seguir el evangelio con autenticidad...

lunes, 14 de junio de 2010

LA PELÍCULA DEL LUNES: UN NIÑO GRANDE


Will Freeman (Hugt Grant) es el típico hombre que se cree independiente. Cuando le preguntan qué hace, no sabe qué responder, porque en realidad no hace nada. Vive de los derechos de autor de una canción famosísima que compuso su padre. Esto le permite vivir sin ningún compromiso, sin ninguna responsabilidad. Se dedica a ligar, a pasárselo bien sin ninguna atadura. Pero un día se le cruzará en su vida Marcus, un chico de 12 años, hijo de una madre soltera (el concepto está tomado en el sentido amplio de mujer que debe educar sola a su hijo), depresiva, que intenta suicidarse. Marcus ve claro que no se puede vivir a dos e intenta que Will se case con su madre para ser una familia de verdad. No lo logrará, pero Will descubrirá que es un ser superficial, que en realidad no vive y que ha de interesarse por los demás.

La película empieza con una frase de Will:
- Los hombres somos islas. Cada uno ha de vivir para sí. Eso es suficiente para ser feliz
La película acaba con una frase de Marcus:
- Los hombres no somos islas y necesitamos de los demás para ser felices.

Ese es, precisamente, el título de un libro de Thomas Merton (Los hombres no son islas), que hace ya un montón de años cambió mi vida.
Pero volvamos a la película. Al acabar, te queda la sensación de que, al igual que Will, es superficial. Se trata de una comedia y no puede esperarse mucha profundidad de ella. Pero los temas que toca: el egoismo de Will, la soledad de las madres que han de cuidar a sus hijos, la incomprensión de Marcus en la escuela, merecerían un análisis más serio. Parece ser que es la adaptación de una novela mucho más profunda. Quizá merecía otro género. Se agradece que no acabe con boda (al menos inminente) y sí mostrando la importancia de vivir compartiendo la vida.

En general es una película agradable de ver. Que ciertamente hace reflexionar, aunque pase por la superficie de los problemas. Está bien interpretada y tiene una buena banda sonora. Pero si no se ve, no nos perdemos nada...

domingo, 13 de junio de 2010

EL AMOR MÁS GRANDE...


En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó en la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado, se dijo:
- Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.
Jesús tomó la palabra y le dijo:
- Simón, tengo algo que decirte.
Él respondió:
- Dímelo, maestro.
Jesús le dijo:
- Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?
Simón contestó:
- Supongo que aquél a quien le perdonó más.
Jesús le dijo:
- Has juzgado rectamente
Y volviéndose a la mujer, dijo a Simón :
- ¿Ves esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies: ella en cambio me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella en cambio desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella en cambio me ha ungido los pies con perfume. Por eso tedigo sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama. Y a ella le dijo:
- Tus pecados están perdonados
Los demás convidados empezaron a decir entre sí:
- Quién es éste, que hasta perdona pecados.
Pero Jesús dijo a la mujer:
- Tu fe te ha salvado, vete en paz.
(A continuación fue recorriendo ciudades y aldeas proclamando la buena noticia del reinado de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que había curado de espíritus inmundos y de enfermedades. María Magdalena, de la que habían salido siete demonios. Juana, mujer de Cusa, mayordomo de Herodes, Susana y otras muchas, que los atendían con sus bienes.)


El Evangelio de hoy nos muestra cómo Jesús no rechaza a nadie. Hoy es un fariseo el que lo invita y Él acude. La entrada de la mujer pecadora debió causar sensación. En aquellos tiempos las mujeres estaban en la cocina y sirviendo. ¿Qué hace aquella mujer a los pies de Jesús? ¿Qué hace con los cabellos sin cubrir, signo de prostituta? Sólo Jesús ve lo que hace: amar. Y las lecciones que Jesús extrae no debemos olvidarlas. Resulta que el que es observante, el fariseo, es el que menos ama. La mujer, la marginada, la despreciada, es la que ama de verdad.

Los presentes se escandalizan porque Jesús dice que sus pecados le han sido perdonados. No reparan que no es Jesús el que se los ha perdonado, sino el amor que tiene esa mujer. "Sus pecados le son perdonados porque tiene mucho amor"

Si queremos que nuestrso pecados sean perdonados, hemos de reconocernos pecadores y tener mucho amor. Aquella mujer demostró su amor llorando, inundando de lágrimas, besando y perfumando los pies de Jesús. Quizá nosotros debamos mostrar nuestro amor llorando, besando, perfumando a los marginados, a los abandonados de todos, los parias...los pies de Jesús.

El final del evangelio está entre paréntesis, porque su lectura es optativa...En bastantes misas, considerando que ya es suficientemente largo, se habrá saltado ese fragmento. Sin embargo es muy interesante. Nos muestra quién seguía a Jesús: sus elegidos y algunas mujeres a las que había curado del mal. Hasta Él, ningún profeta se había hecho acompañar por mujeres en el camino. Las mujeres que le acompañaban a Él, llamaban todavía con más fuerza la atención de los "observantes". Mujeres que había curado del mal...Entonces ¿Por qué seguimos culpando a la mujer del mal?¿Acaso Él no las liberó? ¿Por qué seguimos permitiendo que la mujer siga marginada en tantos lugares de nuestro planeta?¿Por qué la marginamos en la Iglesia?

viernes, 11 de junio de 2010

EL CORAZÓN DEL MUNDO...


He de confesar que la fiesta del Sagrado Corazón me trae malos recuerdos de mi infancia. Aquella imagen que te miraba con un corazón en la mano, me daba miedo. No fue hasta más tarde que comprendí que era la fiesta del Amor y que ese corazón, era el Corazón Universal, el corazón del mundo, el Amor que debe inundarnos a todos. Ahora, con la fiesta, me pasa un poco lo mismo que con las otras conmemoraciones. Mal asunto cuando creamos el "Día de...(poned ahí lo que queráis)". Significa que eso lo tenemos muy olvidado. El Amor de Dios es algo que debería inundar toda la vida, todo el año litúrgico. Malo, cuando hemos de dedicarle un día. Señal que estamos lejos de vivirlo...
Os dejo un precioso texto de Thomas Merton, de su obra Nuevas Semillas de Contemplación.


"Es el amor de Dios el que me calienta como el sol

y el que envía la lluvia refrescante.

Es el amor de Dios el que me alimenta

con el pan que como,

y es Dios quien también me nutre

por medio del hambre y del ayuno.

Es el amor de Dios el que envía

los días de invierno

cuando tengo frío y estoy enfermo,

y el verano tórrido cuando mis ropas

se llenan de sudor mientras trabajo:

pero es Dios quien me envía el viento suave

que viene del río y la brisa que viene del bosque.

Su amor extiende la sombra del sicómoro

sobre mi cabeza.

Es el amor de Dios el que me habla

en las aves y en los arroyos;

pero también, detrás del clamor de la ciudad.

Dios me habla en sus juicios

y todas estas cosas son semillas

que me envía su voluntad.

Si estas semillas arraigaran en mi libertad,

y si la voluntad de Dios creciera en ella,

me convertiría en el Amor que es Él,

y mi cosecha sería su gloria y mi alegría.

Y me uniría con miles y millones

de personas liberadas

en el oro de un inmenso campo que alaba a Dios,

cargado de mieses, sobreabundante de trigo.

(Thomas Merton)

jueves, 10 de junio de 2010

OS RECOMIENDO UN LIBRO...


Sí, hoy quiero recomendaros un libro. "EL SILENCIO DE DIOS Y OTRAS METÁFORAS". Es un libro escrito a dos manos (después explico por qué) por Alfonso Armada y Gonzalo Sánchez-Terán. Editado por editorial Trotta. Es un pequeño gran libro. Pequeño, porque tiene 130 páginas y casi es de bolsillo. Grande por su contenido. Paso a aclarar quiénes son los dos autores, porque sus apellidos pueden llevar a confusión.

Alfonso Armada:Nació en Vigo el 1958. Es periodista. Durante catorce años trabajó para El País, cinco como corresponsal para África, y desde 1999, para ABC. Fue corresponsal en Nueva York de este diario hasta el verano de 2005, en que se incorporó a la redacción en Madrid. Ha publicado, entre otros, los libros Cuadernos Africanos, España, de sol a sol, El rumor de la frontera, Nueva York, el deseo y la quimera, y el poemario Los temporales.

Gonzalo Sánchez-Terán: Nació en Madrid el 1971. Trabajó entre 2002 y 2008 como Director Nacional del Servicio Jesuíta para los refugiados en Guinea Conakry, Liberia y Costa de Marfil, y como Responsable de Programas en la región de Dar Sila, este del Chad. Ha publicado el poemario Desvivirse.

El libro recoge la correspondencia entre los dos, a propuesta de la revista XL Semanal. Armada escribe desde Nueva York y Sánchez Terán desde África. Es un libro que te engancha y puedes caer en la tentación de leerlo de un tirón. Sin embargo es un libro para leerlo poco a poco, como ese buen cognac, que calientas entre las manos y lo bebes a pequeños sorbos. En cada una de sus cartas vive un mundo y se reflejan sus vivencias. Allí encontraréis belleza y horror. El bien y el mal. Es decir, la vida tal cual; simple, desnuda, transparente...Armada nos muestra el corazón de la gran ciudad, sus vivencias desde el Norte. Sanchez-Terán, da voz a los fugitivos, a los humildes, a los parias del Tercer Mundo. Repito: es un libro para saborearlo, rumiarlo, meditarlo...

Aurelio Arteta, en el prólogo, nos da la clave:

"Seguramente la primera lección sea que lo propio de Dios es el mutismo. Algunos suponen que habla, creen que inspira ciertas conductas, imaginan que dicta órdenes o sentencias inapelables. En realidad, quieren, esperan, necesitan que hable. Pues si Dios tomara la palabra, se acabarían las disputas, enmudecerían las lenguas vanas, estaríamos pendientes de escucharle. Si Él hablara, ¿de qué íbamos a hablar ya nosotros?(...)El presunto silencio de Dios encubre en realidad el silencio clamoroso de los hombres ante lo que más debería afectarnos.(...) Me refiero al sufrimiento injusto de buena parte de la humanidad, al daño incalculable que unos hombres hacemos a otros hombres."

Un libro, que nos ayuda a ponernos en el lugar del otro. Un libro, que nos ayuda a todos, a darnos cuenta de que el Evangelio, el Mensaje de Jesús, no ha de quedar en pura teoría, sino que el mundo está esperando que lo pongamos en práctica, que hagamos una VIDA de él.

miércoles, 9 de junio de 2010

PASAR DE LA ESPERANZA A LA FELICIDAD...


Ayer recibí un correo con este título: "Pasar de la esperanza a la felicidad". Ya a la tercera línea perdió todo mi interés. Se trataba de uns astrólogo que me ofrecía sus servicios...Creía que iba a recibir una ración de optimismo y mi gozo quedó en un pozo.

Y es que, en estos tiempos complicados, cometemos dos errores. ¿Sólo dos, se preguntarán algunos?

El primer error es buscar la solución en las estrellas. Con perdón de mis amigos astrólogos, las estrellas no solucionan nada; en todo caso son deterministas...Pero con lo de buscar la solución en las estrellas, me refiero a mirar para otro lado, a evadirse de la manera que sea. Y precisamente, ese evadirse ha sido una de las causas de la crisis. Mientras estábamos distraídos con nuestra sociedad del bienestar, consumiendo, hipotecándonos hasta las cejas, no nos dábamos cuenta, que otros se estaban forrando a costa nuestra. Las sociedades financieras hacían lo que les daba la gana; creaban productos que a ellos les producían grandes rendimientos y a nosotros nos anestesiaban con pan y circo.

El segundo error es el de pensar que la culpa siempre es del otro. En España tenemos una tendencia innata en ser sectarios. Lo de las dos Españas no sé si lo superaremos algún día. Leía ayer en un blog a alguien muy enfadado, porque en la la lista de más de doscientas mil víctimas de la Guerra Civil a la que había tenido acceso, todos eran represaliados del franquismos y no estaban los del otro lado. Olvida ese señor, que a los del otro lado los andamos beatificando y canonizando y otros tuvieron escritos sus nombres durante muchos años en las fachadas de las iglesias. Hasta que no seamos capaces de reconocer que todos se equivocaron (yo todavía no había nacido), de que como ocurre en todas las guerras y más en las civiles, se cometieron barbaridades en ambos bandos y que todos hemos de pedirnos perdón, no se cerrarán las heridas. Pues lo mismo pasa con la crisis. En vez de buscar soluciones, buscamos culpables...¡La culpa del gobierno! ¡No, la culpa de la oposición que no deja gobernar y pone palos en las ruedas! ¡La culpa de los sindicatos que no representan a nadie y no nos advirtieron de la trampa en que nos metían las financieras! ¡La culpa de los empresarios, que sólo piensan en sus beneficios!

Me temo que la culpa es de esta sociedad amoral que hemos creado. Esta sociedad en que ser corrupto es sinónimo de inteligencia. Una sociedad que necesita una regeneración ética urgente. Una sociedad que necesita recuperar la vida interior. Todo lo que hemos ido ganando con los años en supuesto bienestar, lo hemos perdido en riqueza interior, en paz, en valores morales...La técnica es necesaria y gracias a ella se han erradicado injusticias; pero nunca debe prevalecer sobre la cultura y la convivencia. Nunca había muerto tanta gente de soledad y tristeza como en esta era de las comunicaciones. Una sociedad laica no es una sociedad sin valores espirituales, sin interioridad. Gastamos nuestras energías en prohibir velos y cruces y no luchamos por la tolerancia, el respetuo mútuos, el diálogo, que son los verdaderos valores laicos.

Y por último, lo que no lo enumero como un error, sino como el gran fracaso de nuestra sociedad: Sólo una tercera parte de nuestro planeta se puede considerar desarrollado. Nos llenamos la boca con la palabra "globalización", y una tercera parte de la humanidad está esquilmando al resto...Dos terceras partes de la humanidad viven en la pobreza.

Todos somos culpables. Pero, como cristiano me siento mucho más culpable...Porque hemos pisoteado el mensaje de Jesús y lo hemos adormecido y domesticado frente al capitalismo inhumano que sólo busca la riqueza, el poder, el dominio...Y Él ya nos advirtió: "Nadie puede servir a dos señores. No podemos servir a Dios y a Mammon". Servir a Dios es servir al Hombre ya que es allí donde lo encontramos:"Porque me diste de comer, me diste de beber..." Hemos convertido al hombre en un objeto. Lo consideramos por lo que posee. Si no tiene papeles ni existe, ni tiene derechos. El mensaje que Jesús nos dejó de humanización, de comprensión, de amor no nos interesa. Por eso a algunos les importa tanto cerrar la religión a cal y canto en la intimidad. Si almenos esta intimidad, sumada a las otras lograse cambiar esta sociedad...Es hora de actuar.

¿Y si nos ponemos todos manos a la obra?...

martes, 8 de junio de 2010

EL ANACORETA Y LOS SUPERHÉROES...


En el metro, sentados frente al Anacoreta y su joven seguidor, dos niños ojeaban y se intercambiaban cómics de superhéroes.

- A mí me gustaría ser el Hombre Antorcha...

- Sí - reía el otro - y estaría el vagón en llamas.

Pues anda que tú quieres ser la Sombra y estaríamos ahora a oscuras...

El anciano miraba sonriendo a los dos niños.

Cuando descendieron del metro el Anacoreta dijo al joven:

- Esta sociedad propone a los niños héroes inimitables, irreales...Me temo que es que no le interesa que existan héroes.

- Sí - asintió el joven - en vez de mostrar científicos, personas capaces de realizar grandes gestas...proponen hombres que vuelan, que se transforman en fuego, con superfuerza...

Sonrió el Anacoreta mientras decía:

- No. Tampoco me refería a estos héroes. Me refería a esas personas que en paro crónico o con sueldos míseros son capaces de sacar la familia adelante. Me refería a las madres solteras que son capaces de educar a sus hijos. Me refería a jubilados con una pensión de risa y a los inmigrantes sin papeles que luchan por sobrevivir. Me refería a los ancianos, que tras enviudar, viven y mueren en la soledad absoluta...Y me refería también a aquellas personas que, dejando de lado el egoísmo, el consumismo, la frialdad reinantes, dedican su vida, solos o en grupo, a ayudar a los anteriores y hacer desaparecer la injusticia de este mundo. Aquellos que dedican su vida a Humanizar...Esos son los verdaderos héroes...

Guardó unos instantes de silencio y prosiguió:

- En cambio, a los ojos de esos niños, esas personas son seres fracasados...Así los presenta nuestra sociedad. Sin saber que quizá, un día, ellos se verán en esas circunstancias...

Y continuaron su camino en silencio...

lunes, 7 de junio de 2010

ALABANZAS...


Aquí os dejo la traducción de unas alabanzas publicadas por Fra Sergi d'Assís, benedictino de Montserrat en su estupendo blog OIKIA.


Alabado seas Señor, por quienes tienen las manos gastadas de tanto servir.

Alabado seas, Señor, por quienes tienen los pies magullados por haber recorrido caminos difíciles, arriesgándose por el bien de los demás.

Alabado seas, Señor, por quienes tienen el corazón lleno de las preocupaciones ajenas, y llevan en el corazón el sufrimiento de los que padecen.

Alabado seas, Señor, por quienes tienen unos ojos que no se cierran ante la injustícia, ni miran hacia otro lado.

Alabado seas, Señor, por quienes tienen una nariz que huele con inteligéncia y sencillez para saber discernir lo que conviene en cada momento.

Alabado seas, Señor, por quienes tienen una boca que consuela, que no miente, que ama hasta el final, incluso cuando ha de decir palabras difíciles.

Alabaso seas, Señor, por la multitud que da testimonio de tu Amor en el mundo.

domingo, 6 de junio de 2010

LA EUCARISTÍA...


"En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar a la gente del Reino de Dios, y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle:
- Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampado.
Él les contestró:
- Dadles vosotros de comer.
Ellos replicaron:
- No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.
Porque eran unos cinco mil hombres. Jesús dijo a sus discípulos:
- Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.
Lo hicieron así y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se lo sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos."

Este es el sacramento central de nuestra Fe. La Eucaristía es el misterio Pascual.
Ante ella podemos encontrarnos con dos extremos. Considerarla sólo como una Presencia o fijarnos únicamente en el aspecto solidario, en compartir. No negaré el aspecto contemplativo de la Eucaristía ni diré a nadie que no dedique tiempo a orar ante ella; pero la Eucaristía es más. Tampoco diré que la Eucaristía no es dar de comer a los otros; pero sí que no es sólo eso.
La Eucaristía es la culminación de la obra de Jesús: Él se nos hace alimento. Es decir, hemos de asimilarlo, hacerlo nuestro. Como Pablo, hacer que ya no vivamos nosotros, sino Cristo en nosotros. Jesús se hace Pan y Vino. Pan que se parte y se reparte. Vino que es sangre derramada...
La Eucaristía no puede ser solamente un alimento personal. Es pan para ser partido y compartido. "Dadles de comer vosotros", nos dice Jesús en el evangelio de hoy.
La Eucaristía es comunidad. "Decidles que se echen en grupo..."
La Eucaristía es Unidad y Entrega. Es hacernos todos Uno con Él, con todos. Es derrarmar nuestra sangre por el bien de la Humanidad, junto con la sangre de Jesús. Por eso nuestras Eucaristías, si salimos de ellas igual que hemos entrado; si después, por poco que sea (cinco panes y dos peces) no hacemos nada por mejorar la Humanidad, no tienen sentido: no son Eucaristías.
Pedro Casaldáliga lo expresa muy bien en este poema:

"Mi cuerpo es comida

Mis manos y Tus manos,

hacemos este Gesto,

compartida la mesa y el destino,

como hermanos.

Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.

Unidos en el pan los muchos granos,

iremos aprendiendo a ser

la unida Ciudad de Dios,

Ciudad de los humanos.

Comiéndote sabremos ser comida.

El vino de sus venas nos provoca.

El pan que ellos no tienen nos convoca

a ser Contigo el pan de cada día.

Llamados por la Luz de Tu memoria,

marchamos hacia el Reino haciendo Historia,

fraterna y subversiva Eucaristía."

(Pedro Casaldáliga)