Hoy celebramos el recuerdo de Juan XXIII. Coincide su festividad, no con su muerte, sino con la fecha del inicio del Concilio Vaticano II. La voz popular lo consideró santo desde el día después de su muerte, sin manifestaciones ni pancartas. Simplemente visitando una tumba que siempre estaba repleta de flores. Costó beatificarlo y se hizo conjuntamente con la de otro papa de perfil muy distinto, casi opuesto, al suyo.
Se le encuentra a faltar. Abrió las ventanas de la Iglesia para que entrara aire fresco, pero parece que otros se empeñan en cerrarlas. Posiblemente, si hubiese podido concluir el Concilio, habría sorteado los últimos obstáculos con una sonrisa, pero con más determinación que el bueno, pero dubitativo, Pablo VI.
En su diario, el Diario de un Alma, escribía el 13 de agosto de 1961:
"Siempre, pero sobre todo en este tiempo, el obispo es el indicado para repartir un aceite balsámico de dulzura, sobre las plagas de la humanidad. Por eso, ha de guardarse de todo juicio temerario, de toda palabra injuriosa a quien sea, de toda adulación provocada por el miedo (...) Vigilar para tener con todos una conversación suave y amorosa y a la vez, apta para hacer distinguir, con santa doctrina, pero sin ninguna vehemencia, el bien del mal."
Que todos heredemos la sencillez y a la vez la fuerza para vivir el Evangelio, que él nos enseñó
BONA NIT JUAN JOSEP:
ResponderEliminarQUAN REGNABA AQUEST PAPA, JO ERA UNA NENA DE 10 O 11 ANYS.
ERA PLE DE TENDRESA Y DE BONDAT.
GRACIES PER RECORDARLO.
UNA ABRAÇADA, Montserrat
¡Que santidad nos trae el papa Bueno! En estos tiempos se hace cada vez mas necesario un nuevo Rocali en la sede de San Pedro. Un hombre de dialogo fraterno, que sin excomulgar ni sancionar, mostró las profundas verdades de la fe cristiana. Que nuevamente entre el aire fresco del Espíritu en la Iglesia.. !necesitamos un aggionarmento!
ResponderEliminarHola Joan Josep, siempre he pensado que no se trata tanto de ideologias o religiones sino de personas, de buenas y malas, de las que tienen conciencia y de las que no la tienen.
ResponderEliminarSabes que por mi trabajo viajo mucho y te encuentras con muchos tipos de personas,de diversas religiones y cuando se és capaz de construir un punto de entendimiento te das cuenta de que en el fondo todos los seres humanos somos iguales, con las mismas carencias, las mismas necesidades y la misma forma de sentir.
Es cuando me reafirmo en mi pleno convencimiento que la verdadera fe no necesita nombres, ni referencias ni tan solo imagenes, solo la plena conviccion de que la libertad de uno termina donde empieza la de los demás y nuestra conciencia es la verdadera artifice de esa fe.
Y es por eso que pienso que Juan XXIII por lo que he leido de él fue la referencia de todos aquellos que creían en una iglesia abierta al mundo y a cualquier intencion de creer en Dios fuera de la forma que fuera.
La verdad es que es mi humilde opinion como una agnostica llena de fe.
Gran record el d'aquest Papa. Quan ens vam casar era costum demanar un retrat-benedicció, i ens el van enviar.
ResponderEliminarNo obstant, demà parlo de la vinguda a Barcelona d'un altre Papa...
Bé pel que diuen els indígenes, que ja hi eren abans que els "descobrissin".
Una abraçada.