domingo, 10 de octubre de 2010

VOLVER A JESÚS


Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
- Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.
Al verlos, les dijo:
- Id a presentaros a los sacerdotes.
Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.
Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo:
- ¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?
Y le dijo:
- Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

El texto de hoy nos presenta un mensaje claro: Lo que nos salva es el encuentro con Jesús. Aquellos leprosos piden a Jesús que los cure. Lo hacen desde lejos. Eran impuros y dejaban impuros a todo aquel que se les acercaba. Seguramente habían oído hablar de que Jesús curaba a los enfermos, pero no lo conocían. No sabían que Él no tenía ningún reparo en acercarse a los impuros ni en tocarlos. Jesús les dice que vayan a presentarse a los sacerdotes. Ellos eran los que certificaban las curaciones. En el camino se sienten curados y ahí viene lo sorprendente. Todos siguen su camino hacia los sacerdotes excepto un samaritano, un extranjero, un hereje. Pues bien, este no solamente se cura, sino que además se salva...¿Qué ha hecho para recibir ese don? Alabar a Dios y regresar para echarse a los pies de Jesús y darle las gracias. Aparentemente, incluso parece que ha desobedecido, pues no se presenta a los sacerdotes.
Los rabinos enseñaban seiscientos trece preceptos que debían cumplirse. Jesús nos invita simplemente a estar con Él. Para Jesús las personas están por encima de los ritos, de los preceptos. Las ceremonias, ir a los sacerdotes, curan; pero sólo el seguimiento de Jesús salva. Nos cuesta comprender, a pesar de que en el evangelio está claro, que el cristianismo no es principalmente una doctrina, unos ritos, unos preceptos, sino una persona, Jesucristo, que nos abre el corazón totalmente a los demás.
En este texto hay algo más que el elogio al agradecimiento. El samaritano hace más que agradecer: alaba a Dios y, como el hijo pródigo, vuelve a casa, a postrarse a los pies de Jesús. Y eso le hace cristiano. Si estamos muy preocupados por cosas que cumplir y enunciados que creer y no por amar cada día más a Jesús presente en todos los hombres, somos como los nueve leprosos restantes. Quizá estamos curados, pero no estamos salvados. Estamos todavía lejos del Reino...

6 comentarios:

  1. Reconocer. ¿De qué sirve conocer a alguien si pasa a tu lado y no lo reconoces?

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  2. JOAN JOSEP: GRACIAS POR ESTA REFLEXIÓN Y ESTE VIDEO.

    SOLEMOS PEDIR MUCHAS COSAS A DIOS.

    ¿PERO CUÁNTAS VECES LE DAMOS LAS GRACIAS?.

    UNA ABRAÇADA, GERMÁ, Montserrat

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  3. Buenos días Joan
    Hoy es uno de esos días que me gustaría hablar largo y tendido con mi Dios, pero algo debe ver en mí que no me escucha últimamente, quizás me esté dando una respuesta con su silencio.
    Pero seguiré.
    Es cierto que dar gracias pocas veces lo hacemos y hay que corregirlo.

    Un abrazo (hoy no ha sonrisas)

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  4. El poder de dar las gracias debe ir acompañado de la retribución del bien que recibimos a otros que lo necesitan. A cuantos seguidores de Jesús les cuesta seguir su ejemplo!! "Haz bien sin mirar a quién" Es la primera frase que quedo grabada en mi mente cuando apenas alcanzaba poquito mas de un metro del piso. Bueno... no es que ahora alcance mucho mas!! jajaja

    Un abrazote y un placer leerte, como siempre!!

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  5. Sí, ens costa mostrar el nostre agraïment moltes vegades, perquè només ens adonem del que se'ns ha donat quan ja no ho tenim. Saber donar les gràcies diu molt a favor nostre com a persones, penso, en lloc de rebaixar-nos.
    Una forta abraçada de tres deus: 10-10-10.

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  6. Bon dia Joan estamos juzgando la actitud de los leprosos al ser curados, el que regreso, era el mas sensible espiritualmenta, su corazòn como tierra: estava preparada para la simiente.
    Pero la cosa : no se devió quedar aqui, la vda siguió, y no savemos si volbieron ha Jesus en otro periodo de su vida un abrazo

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