El próximo domingo celebraremos el Domingo Mundial de las Misiones. Os dejo un artículo del Hno. Bill Firman. para que todos juntos reflexionemos.
Hno, Bill Firman - Jueves 21 de Octubre del 2010
En un informe sobre desarrollo basado en una investigación llevada a cabo en 2009 y recientemente publicado por la Comisión Europea, descubrí las siguientes estadísticas estremecedoras:
Los indicadores en Sur-Sudán se encuentran entre los más bajos del mundo: más del 90% de la población vive con menos de 1$ al día. Una de cada seis mujeres embarazadas morirá y uno de cada seis niños muere antes de cumplir un año de vida. La mortalidad entre los menores de 5 años se mantiene también alta con 135 muertes de cada 1000 nacidos vivos, a pesar de haberse reducido significativamente desde los 250 en 2001… Tan solo el 27% de las niñas en Sur-Sudán van a la escuela y una chica de 15 años tiene más posibilidades de morir durante el parto que de completar sus estudios… A nivel nacional, los niveles de alfabetización de adultos son del 71% para los hombres y del 52% para las mujeres. Sólo el 8% de las mujeres adultas en el sur saben leer y escribir.
Sin lugar a dudas, es difícil encontrar candidatas para nuestro Instituto Católico de Salud donde estuve la semana pasada. Las chicas en Sudán han tenido muy pocas oportunidades de educación. En muchos países, la mayoría de las enfermeras son mujeres. Sospecho que ahora habrá más enfermeros en los países del primer mundo que en el pasado pero de los 17 estudiantes de enfermería en nuestro Instituto Católico de Salud, hay cinco mujeres y doce hombres. Nos gustaría poder contar con más mujeres.
El Instituto Católico de Salud en Wau, dirigido por Solidaridad con Sur-Sudán (SSS), es el único lugar en Sur-Sudán donde se lleva a cabo un programa reconocido de estudios de enfermería. Cuando la Hermana (Dr.) Alphonse se una a nuestro equipo dentro de unos días, tendremos seis religiosas en nuestra comunidad de Wau –tres doctores y tres enfermeras- todo mujeres. Es ciertamente alentador ver el trabajo que están haciendo al preparar a los futuros profesionales de la salud de este país.
La Hna. Cathy y yo nos reunimos hace poco con otro grupo de mujeres comprometidas de Boston que pertenecen a una organización llamada “Cuidadoras de mis Hermanas” (del título original en inglés de la película “La decisión de Anne”). Ellas se describen a sí mismas en los términos siguientes:
“Somos un colectivo de mujeres multi-racial y de inspiración creyente que unimos nuestros contactos y recursos para buscar con alegría el bien de otras mujeres en todo el mundo –y especialmente en Sudán… Somos catalizadoras del cambio. Empleamos nuestro “poder de hermanas” para lograr justicia social, política y económica para todas las mujeres y niñas”.
En nuestra conversación, estuvimos estudiando la posibilidad de formar a los profesores de una escuela para niñas que estas mujeres han establecido en Akon, en el estado de Warrap, Sur-Sudán. Esta semana, bajo el lema “Hermandad por la Paz”, están llevando a cabo una “Conferencia de Paz Sostenible” para mujeres aquí en Juba. Realmente existe la necesidad de que alguien sea “el catalizador del cambio” en Sur-Sudán. Nosotros también tenemos esa meta en nuestros programas de educación y formación en la salud de SSS. Afortunadamente, el mundo ha cambiado mucho desde que S. Basilio hizo su condescendiente comentario en el siglo IV: “Pronto servicio, de acuerdo a nuestras posibilidades, también en las cosas pequeñas e incluso si es llevado a cabo por mujeres, es lo aceptable para Dios”.
Por supuesto, mujeres inteligentes, seguras de sí mismas y dotadas de buen humor, como Charlotte Whitton, han sido siempre capaces de hacerse valer. Ella dijo en una ocasión: “Cualquier cosa que hagan las mujeres, han de hacerla el doble de bien que los hombres para ser consideradas la mitad de buenas. Afortunadamente, eso no es difícil”.
El libro de los Proverbios dice: “Los labios de la persona sabia traen sanación”. Sanación es lo que este país necesita. En ocasiones es lo que todos necesitamos. Sur-Sudán necesita mejores enfermeras, mejores maestros, mejores sanadores. Eso es lo que estamos tratando de conseguir y en lo que se refiere a sanar y confortar son las mujeres quienes habitualmente lideran el camino.
(Trad. Paula Merelo Romojaro)
muy interesante...lo cierto es que cuesta mucho que a la mujer se la vaya valorando y cierto también que tiene que hacer el doble que el hombre para que sea así...admiro la capacidad de lucha y superación que muchas mujeres realizan en la vida porque hay que reconocer que el camino es dificil..muy dificil...
ResponderEliminarme ha gustado este artículo y que lo hayas hecho público joan...
Me quito el sombrero por este tipo de mujeres que dejan sus comodidades para ayudar en otras latitudes a seres realmente necesitados.
ResponderEliminarTe dejo un cordial saludo desde Berlín.
BONES TARDES JOAN JOSEP:
ResponderEliminarES TODO UN RETO PARA ESTAS MUJERES. PUES EFECTIVAMENTE SIEMPRE SE EXIGE, MÁS QUE A LOS HOMBRES, QUE UNA LABOR ESTÉ BIEN REALIZADA.
MI ADMIRACIÓN PARA ELLAS.
UNA ABRAÇADA, Montserrat
No tendria que ser asi: que una mujer tenga que hacer el doble de bien para ser valorada, pero si tenemos que juzgarlo los hombres, permitidme que yo no me encuentre entre ellos.
ResponderEliminarSi necesita sanación el pais de asudan, pero se ha instalado, en la sociedad,en la religión, un atascamiento mental, que no les permite, ho le es muy dificil prosperar en todos los sentidos: Un HURRA para estas mujeres
El mundo de las misiones es difícil. Se necesita tener mucho valor y un fuerte carisma para afrontarlo. Independientemente de que sean hombres o mujeres, los que se decidan a ejercer su labor humanitaria.
ResponderEliminarOjalá y nunca falte la colaboración económica para llevarlas a cabo.
Admiro a estas mujeres, hacen un trabajo maravilloso y totalmente altruista.
ResponderEliminarUn saludo