Al salir de casa, se cruzó ante el Anacoreta y su joven seguidor otro joven, que saludó al anciano con un gesto de la mano y una sonrisa.
- Mira - dijo el Anacoreta - ese muchacho es un buscador de silencios.
- Y eso ¿qué es? - preguntó el joven seguidor.
Sonrió el anciano y respondió:
- Pues, una de las muchas personas que buscan en su vida momentos de silencio...
Se detuvo un momento y luego prosiguió:
- En la ciudad, el ajetreo no nos invita precisamente al silencio, a entrar en nuestro interior, a vivir la Presencia de Dios...Esas personas aprovechan pequeños instantes: un momento en el metro o el autobús. Entre clase y clase. Cuando los compañeros bajan a la calle a fumar...Son como pequeños guiños a Dios. Por la noche, ya en casa, cuando por fin pueden tener un momento largo de silencio, sienten que Él siempre ha estado a su lado durante todo el día...Poco a poco, esas personas, logran ver a Dios en todas los hombres, en las cosas, en los acontecimientos... Acaban haciendo de la vida un continuo silencio, un silencio sonoro...
Y ambos se dirigieron a sus ocupaciones respectivas...
Hola Joan Josep, ablando de silencios: he hestado unos dias sin buscador, y no podia conectarme.
ResponderEliminarTengo el ohido derecho que no ohigo bien, seguro que yo buscava el silenció, pero quizas no como el joven buscador, mi trabajo fué muy ruidoso.
Se aprende mucho con tigo, una abraçada
Hermosa reflexión, hacer de la vida un siléncio sonoro en medio y a pesar del ajetreo diário.Una buena manera de conectar con Dios en cada momento y situación.Es difícil en algunos momentos,pero vale la pena intentarlo.Un abrazo Joan.
ResponderEliminarDesde hace un tiempo es algo que intento hacer con mayor frecuencia, aunque me cueste conseguirlo, pero la verdad es que en este caso lo sigo intentando, ultimamente parece que necesito el silencio más que antes
ResponderEliminarUn abrazo y felices sueños
Joan, hablemos de los silencios...
ResponderEliminarSon como la soledad; si es buscada, la llamamos buena. Si nos cae por abandono; resulta pesima y dolorosa.
Los silencios, el silencio, no siempre es camino de busqueda, ni de encuentros... en el silencio tambien aparecen demonios que atormentan.
Anda que, vaya tres patas para un banco ¡¡¡ estamos que lo tiramos de buen humor y sonrisas.
Eh ¡¡¡ esto no es malo ¡¡ se trata de ser personas, humanos, mortales, buenos, medio buenos y, en una palabra: NORMALES ¡¡
Un beso grande
Es bonito!!Buscar silencios en los que ÉL está presente a pesar de nuestras dudas.
ResponderEliminarBesucos
Gó