Releyendo textos de hace tres años, publicados en La Cueva del Anacoreta, en Spaces, he encontrado este que creo os gustará:
"Pepe era un viejo amigo del Anacoreta. Se había alejado de la Iglesia, pero siempre venía a discutir con el solitario. Pepe no entendía cómo en nombre de Jesús se habían cometido tantas fechorías.
- ¿Cómo voy a creer en alguien en cuyo nombre se ha perseguido, encarcelado, matado a la gente?
El Anacoreta siempre escuchaba pacientemente a su amigo. Aquel día lo llevó junto a la pequeña fuente que permitía vivir en aquel rincón del desierto. Ofreció de beber a su amigo. pepe dijo:
- El vaso está muy sucio, pero qué agua tan cristalina y fresca. ¡Qué buena está!
El Anacoreta miró sonriendo a su amigo y le dijo:
- Pues eso pasa con Jesús. El vaso somos la Iglesia, los cristianos. Somos débiles y pecadores. Estamos sucios. Pero no te fijes en nosotros. Mira a Jesús, que es el agua pura, fresca y cristalina.
Luego dirigiéndose también al discípulo añadió:
- A ver si todos empleamos esta Cuaresma para limpiarnos y sacarnos brillo, para estar a la altura del agua que hemos de ofrecer...
Y pepe no volvió a criticar a la Iglesia...Y el discípulo limpió el vaso con disimulo..."
Pues eso. La semana próxima...empieza la Cuaresma.
Muy buena lección...hay que limpiar el envase, para que sea buen portador del agua fresca y no enmascare el contenido.La enseñanza les sirvió a los dos...al discípulo para preparar un vaso limpio, y a Pepe para no fijarse solo en el exterior.Un texto muy instructivo.Un abrazo.
ResponderEliminarComo me gusta ese discípulo y su discreción... limpia con disimulo.
ResponderEliminarTodos entenderiamos la lección si hubiese humildad en los vasos. Lo malo es que el vaso siempre culpa al que bebe y encima le llama baboso.
Entramos en cuaresma.... Joan, para algunos la cuaresma es eterna. jejejeje Oye, que me gusta que nos recuerdes la cueva. Me trae gratos recuerdos.
Saps que amb deia el meu pare Hoan Josep, doncs que ell creia amb Dèu, era practicant, pero no creia amb el clero.
ResponderEliminarMolt bona aquesta entrada.
Una abraçada, Montserrat
Yo he conocido gente, que huvieran roto el vaso:pues el agua lleva el sabor del vaso.
ResponderEliminarDemasiado tiempo, sin cambiarlo, prefiero vever ha chorro, oh ha galet,(comó decimos los catalanes).Y cada uno que le saque su propio savor: que es tan oh mas bueno que otro cualquiera; osea que cada uno lleve su propio vaso una abraçada
Pues eso, aprovecharemos la Cuaresma para dejar el vaso limpio y reluciente, para que al llenarlo de agua podamos ver su transparencia
ResponderEliminarUn abrazo