viernes, 25 de marzo de 2011

EL ANACORETA Y EL CELIBATO (ELOGIO DE LA TERNURA)




Celebraban el Anacoreta y su joven seguidor la festividad de la Anunciación a María. El Anciano dijo:
- Cuando María exclamó: "Hágase en mi lo que has dicho", estaba mostrándonos a todos que el amor es un acontecimiento que nos desborda totalmente si nos dejamos poseer por él.
El joven comentó:
- Sí, pero si optamos por el celibato, renunciamos a él.
El Anacoreta movió la cabeza negando y explicó:
- Ese es un gran error. Con el celibato renunciamos a poseer físicamente, temporalmente, a concretar esa posesión en el sexo, a la procreación y a tener una familia. Pero NUNCA renunciamos al amor. Creo que nos abrimos a amar más y mejor. Descubrimos lo que es la ternura.
Guardó un rato de silencio y añadió:
- Solemos polarizar excesivamente en nuestras discusiones. Cuando hablamos de sexo, o caemos en la permisividad o caemos en el moralismo. O decimos que todo vale, o sólo hablamos de renuncia. Lo primero es confundir amor con genitalidad. El espiritualismo desencarnado nos sume en la represión.
Miró al joven y concluyó:
- La opción por el celibato, por eso no puede ser obligatorio, no tiene sentido si nos hace caer en la amargura y la represión. El auténtico celibato nos abre las puertas a la ternura. Ese es el carnet de identidad del que es célibe por el Reino: poseer una inmensa ternura, que le permite amar a todo el mundo...

3 comentarios:

  1. ¡El amor abarca tanto!, el sexo solo es una ínfima parte de ese amor. Saludos desde Mataró

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  2. Y qué difícil resulta el repetir ese "hágase" de María, es una entrega total, sin condiciones y nosotr@s estamos demasiado aconstrumbrad@s a ponerlas para todo
    Está claro que el celibato abarca mucho más que el sexo, nunca he entendido que tenga que ser obligatorio

    Un barazo y feliz sábado

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  3. Estoy de acuerdo en que es una opción personal y que no tiene que ver, ni mucho menos, con el distanciamiento del amor.
    También creo que aquellos religiosos y sacerdotes que no opten por el celibato deberían tener cabida dentro de la Iglesia católica; y no me vale eso de que "necesitan dedicación a jornada completa", pues cualquier cristiano tiene que buscarse la vida y puede compatibilizarlo con dedicación a la comunidad.
    Un abrazo
    Pablo.

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