El joven seguidor estaba ojeando el Código de Derecho Canónico y preguntó al Anacoreta:
- ¿Para seguir y amar a Dios hacen falta tantas leyes?
Rió a gusto el anciano antes de responder:
- Ya escuchaste el evangelio de ayer. No hay que ser sabio, sino sencillo para ser un buen cristiano. Nos ocurre lo que decía Charles Péguy, que en los asuntos humanos todo comienza en mística y acaba en política. Las leyes del Código de Derecho Canónico están para prever los problemas de la Iglesia y buscar soluciones...Pero a veces, puede que ellas sean el problema, como ocurre con todas las leyes humanas.
Sonrió y prosiguió:
- Mira las Congregaciones Religiosas. Empiezan con un carisma, con la mística de un fundador y sus primeros discípulos. Luego las cosas se van complicando, aumentan las obras, los miembros y hay que poner orden. El problema es que a veces este orden se consigue a costa del carisma...
Se puso serio y concluyó:
- Por eso hemos de velar constantemente para dar prioridad a la mística, por salvar la espiritualidad. Si no...nos quedaremos con unas leyes muy bellas, que no sirven absolutamente para nada...
¿Cómo era aquello de la letra sin el espíritu...? Tienen que existir leyes, seguro, pero si nos quedamos solo en ellas lo llevamos claro
ResponderEliminarUn abrazo de lunes movidito
Profundo razonamiento.
ResponderEliminarPrimero le mistica, que es el corazón de una congregación, luego la ley.
Hace tiempo una catequista me preguntó qué era más importante, la ley o el amor. Yo recien comenzaba en mi tarea catequistica y respondí: el amor.
-No la ley -dijo ella.
Yyo pequeña ignorante de ciertas cosas respondi
-Si hay amor, siempre se cumpliran las leyes.
Un saludo y muy buena semana.
Rosa
Hola Joan Josep.
ResponderEliminarBellísimo post.
Mira, si quieres recoger el regalo que te dejó
sor Cecilia, pincha la fotografía del regalo.
Te saldrá solo la foto a mano izquierda.
Vuelve a pinchar la foto, con el boton derecho del ratón, te saldra Guardar como..pinchas esto y luego eliges. Y pinchas aceptar.
Yo primero lo pongo en mi escritorio y luego en blog que guardo los regalos.
Ya te lo conté en la respuesta a tu comentario, per por si acaso te lo pngo aquí.
Suerte.
Una abraçada, Montserrat
Siempre resulta complicado compaginar, -realmente no sé qué palabra emplear-, espiritualidad (como sentimiento) y ley (como razón). El problema viene cuando una quiere ocupar el espacio de la otra. Las leyes nos organizan pero no tiene nada que ver con el sentimiento íntimo de la persona hacia Dios.
ResponderEliminarUn Abrazo Joan.
ufff.. que gran verdad joan!!!! las leyes o las normas son necesarias pero no son siempre "justamente"aplicadas y por ello rompen tda la base pro las que se crearon en su principio......
ResponderEliminarde todas formas siempre hay justicia, porque aquí si que pienso, a veces soy así de incoherente joan, que si existe la justicia divina.... supongo que es uno de mis ocnsuelos y que casi es lo que realmente prefiero creer.. en fin... esto ya es otra historia joan, que me disperso!!!!
un saludo
Las leyes,son para solucionar problemas, ho para prevenirlos,y como que la mentalidad del hombre va cambiando con el tiempo: las leyes tambien.
ResponderEliminarLas normas no; las normas son las que son, y si las cambias: cambias tambien el espiritu de lo fundado.
Disculpadme, pero no logro ha entender las leyes donde por norma deve de prevalecer el amor. Una abraçada,julio
LA fé es un encuentro con Dios,una elección sobre la "oferta"que Cristo no ha mostrado.
ResponderEliminarLeyes humanas,es decir ,humildad ,caridad y dar la vida por los demás.Acaso existen leyes más grandes que estas en materia de fé?
Besucos hermano
Gó