Cuando Constantino intuyó que los cristianos eran el movimiento en el que se tenía que apoyar para obtener el poder e inventó el sueño del puente Milvio, en el que vio la cruz y la frase de con este signo vencerás, empezó la unión nefasta entre Estado e Iglesia. El cristianismo empezó a prostituírse intentando crecer a partir del poder y no de la espiritualidad. Aparecieron los Sacros Imperios, las Cruzadas, el intento de imponer el cristianismo por las armas con las consiguientes guerras de religión, los Estados Pontificios, el Estado Vaticano y toda su organización política...En España Franco se inventó una nueva Cruzada para conseguir el poder, y los obispos, asustados por la muerte de muchos inocentes, y temiendo la pérdida de poder, lo ensalzaron como Caudillo de España por la gracia de Dios.
Los tiempos han cambiado, pero parte de la Iglesia española parece añorar esos tiempos. Más o menos abiertamente intentan "sacralizar" un partido del que creen lograrán que haga renacer la unión Iglesia-Estado, la católica España. No han aprendido, que tras siglos de historia, esta unión siempre ha sido nefasta.
Algunos de mis "amigos" se lanzarán contra mí por lo que acabo de escribir. Aquí les dejo este texto de Benedicto XVI, no de su juventud, sino de ahora, que está en la misma línea para que mediten:
"El imperio cristiano ya intentó muy pronto convertir la fe cristiana en el factor de la unidad imperial. El reino de Cristo, por lo tanto, tenía que tomar el esplendor y la figura del reino político. La debilidad de la fe, la debilidad terrenal de Jesucristo, debía ser sostenida por el poder político y militar. En todos los tiempos, y de diferentes formas, ha existido la tentación de asegurar la fe con el poder y estos abrazos siempre le han hecho correr el riesgo de ahogarla. La lucha por la libertad de la Iglesia, la lucha para evitar que el reino de Cristo no se identifique con ningún credo político, se ha de emprender a lo largo de todos los siglos. Efectivamente, la unión entre fe y poder político siempre tiene un precio: al final la fe se pone al servicio del poder y se doblega a sus conveniencias."
(Traducido de la edición catalana de "Jesús de Nazaret", Benedicto XVI, Barcelona,2007, p.49)
La Fe se propone, no se impone. A Jesús se le muestra con la vida, no con leyes. Porque el Amor está por encima de las leyes...
La Fe se propone, no se impone. A Jesús se le muestra con la vida, no con leyes. Porque el Amor está por encima de las leyes...
Tengo amigas muy, pero que muy, de derechas las criaturas... un día, a una de ellas, le dije que yo era una victima de Franco... Tendrias que haber visto sus ojos como platos. Lo soy pero, ella lo es más. Joan, o la Iglesia cambia ... o cambia a tortazos ¡¡¡ como decia mi abuela.
ResponderEliminarMe hago cruces, te lo digo de verdad, ¿ cómo pueden estar tan ciegos y acumular tanta necia estupidez ? Si llegasen a comprender la irritación que provocan con sus maniobras politicas, de miedos e imbecilidades ¡¡¡ No solo no acercan, a nadie, a Dios , sino que alejan a todo bicho viviente.
Desde luego que vayan borrando a la juventud de sus listas.
Gloria om.
ah ¡ y si dicen por lo que has escrito .... yo, quemaria todo lo que ha sido construido desde tanta falsedad. ¡¡¡ a fregar suelos ¡¡¡
( de esta me queman )
De entrada parecía que me iba a molestar por su escrito pero al llegar al final veo que lleva razón LA FE SE PROPONE NO SE IMPONE, se muestra con la vida no con las leyes. El amor está por encima de las leyes.
ResponderEliminarAl comentario del anómino, no casa con el texto anterior pues lo aprovecha para atacar a ciertas amigas que por no ajustarse a su modo de pensar incluso les dice que borren de lista a los jóvenes cómo si hablara en nombre de toda la juventud. Lo siento, pero muy mal. Sea del modo que piense cada cuál se ha de respetar. Menos crítica y más rezar. "El que esté libre de pecado, tire la primera piedra".