El Anacoreta y su joven seguidor llegaban tarde a una conferencia. El metro se había retrasado. Al subir las escaleras se encontraron con un grupo de ancianos que subían lentamente apoyados en sus bastones e impidiendo que las demás personas les avanzaran. Cuando al llegar arriba pudieron dejarlos atrás, el joven exclamó:
- ¡Ya era hora! ¡Hoy que tenemos prisa nos bloquean en la escalera!
El Anacoreta agarró por el brazo al joven, lo frenó y dijo:
- ¿Por qué corremos tanto? A lo sumo ganaremos cinco o diez minutos. Y con nuestras prisas hemos obligado a esos ancianos a hacer un esfuerzo con riesgo de una caída.
Sonrió y siguió andando con calma, mientras decía:
- Esos ancianos nos enseñan que no hace falta apresurarse tanto, y por encima de todo, que no nos hace ningún bien irritarnos...¡Si de todas formas ya llegamos tarde! Y a lo mejor, tras todas estas prisas, resulta que la conferencia no vale nada...
Rió y añadió:
- Además. Piensa, que un día nosotros seremos esos ancianos y alguien vendrá empujándonos y refunfuñando tras nosotros...
Sin llegar a tanto, ya hace tiempo que si tengo que subir por las escaleras normales, suelo ponerme a un lado para no interrumpir el paso a las demás personas que van más deprisa que yo, quizás me acostumbré a hacerlo en las escaleras mecánicas, ya que hay muchas personas que quieren ir más deprisa y para ello necesitan tener un espacio vacío a la izquierda
ResponderEliminarPero es verdad que en las ciudades la prisa suele ser algo que casi "se masca" en el ambiente y a veces sin ninguna necesidad
Un abrazo
SI JOAN JOSEP ASÍ ES.
ResponderEliminarY YA NO SÓLO EN EL ANDAR.
FÍJATE TANTAS PRISAS Y STRÉS EN LAS CADENAS DE MONTAJE, PARA LUEGO IRSE AL PARO.
COMO SIEMPRE ENCANTADA CON TU ENTRADA, Montserrat
AHHHH cuanta razon, y cuantas veces nos hemos encontrado en situaciones semejantes: pero siempre pasa lo mismo, el joven quiere correr: y el viejo,piensa, que el cuando era joven tambien corria, una abraçada Julio
ResponderEliminarEsas prisas del mundo en que vivimos...
ResponderEliminarUn día hace ya años,hice una entrada sobre la prisa,el correr y a dónde vamos ?para qué corremos tanto?además en ello va como un enfado absurdo que hace mal a los demás.
El anciano obligado a hacer malabarismos por nuestras prisas.
Me doy cuenta de que pocas veces o ninguna creemos que llegaremos a tener esa edad,que seremos perpetuamente jóvenes,sanos ,fuertes,pero.... el paso de los años es un relámpago furioso.
Besucos respetuosos
gó