El Anacoreta dijo a su joven seguidor:
- A veces buscamos formas raras de vivir el amor de Dios y nos complicamos la vida. Un día copié esta frase, que me parece una gran verdad: " Vivir en el amor divino, es descender a las entrañas de nuestro ser, donde mora el Espíritu y, en el silencio interior, escuchar su voz, escuchar su voluntad y, posteriormente, salir a realizar la misión que se nos encomienda". Sólo que para ello necesitamos paz y buscar momentos de silencio.
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