En el siglo XIII, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Merced, apareció en Barcelona una Orden dedicada a redimir a los esclavos de los piratas sarracenos que pululaban por las aguas del Mediterráneo. Pero la esclavitud, a pesar de su abolición, sigue presente en nuestro mundo: talleres en el tercer mundo, en los que se trabaja en condiciones infrahumanas para multinacionales occidentales. Cárceles en las que no se intenta rehabilitar a los presos, sino solamente privarles de la libertad. Centros de internamiento de inmigrantes, cuya única falta es estar en un país extranjero sin papeles. Mujeres obligadas a prostituirse por mafias internacionales. Niños obligados a trabajar para alimentar a sus familias... Tampoco debemos olvidar otras esclavitudes que nos atenazan: la drogadicción, el alcoholismo, el dinero...
Hoy festividad de la Merced, patrona de Barcelona, deberíamos reflexionar, sobre las esclavitudes que nos amenazan hoy día, mucho más cercanas a nosotros de lo que creemos. Y sobre todo, de nuestro papel como cristianos para desterrar estas esclavitudes.
El instinto es hacer esclavos,y tenerlo concentrados,no pueden pagar con regularidad sus cuotas,porque les han quitado la posibilidad, de ganarse la vida,quitandoles sus herramientas y sus fabricas ETC.
ResponderEliminarLes intersa que sean sus esclavos.sino les hubieran dejado sus medos para que pudiesen pagar.Una abraçada