A la salida de misa, mientras regresaban a casa, el Anacoreta dijo a su joven seguidor:
- ¿Te has fijado en las Bienaventuranzas?
Y sin esperar respuesta prosiguió:
- Son todo lo contrario de lo que los hombres creemos que es la felicidad. ¿Cómo podemos pensar que los pobres, los perseguidos, los que lloran...pueden ser bienaventurados? Sin embargo fíjate, que los ricos, que una sociedad basada en la economía, en el poder, no son precisamente modelos de felicidad. Casi siempre la búsqueda de dinero de unos, transforma en un infierno la vida de los otros.
Guardó unos instantes de silencio antes de concluir.
- No. Jesús no elogia la miseria, la carestía, la persecución, la tristeza...Jesús nos dice que aquel que vive con sencillez, el que no busca las riquezas a toda costa, el que da sentido a su vida, aunque esto le suponga dificultades y persecuciones, se siente pleno, y por eso es bienaventurado. El día que entendamos esto en la sociedad...y hagamos de ella una sociedad justa, solidaria, en la que reine la paz...aquél día nuestra sociedad será una sociedad feliz.
Amèn !!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarFeliz eres tù !!!!!!! buen hermano ! por ser un Instrumento del Señor !
Paz y Bien