El mensaje del documental era claro: el progreso y la naturaleza son enemigos. El Anacoreta comentó:
- Cuando el progreso se entiende como mero desarrollismo, sí. Cuando la naturaleza se transforma en un objeto, en una posesión que podemos utilizar a nuestro antojo, sí. Pero el progreso humano puede hacerse respetando la naturaleza. Y para ello hay que amar a la naturaleza. No solamente desde el punto de vista de la ecología ambiental o el desarrollo sostenible. Tenemos que dar un paso más: la naturaleza debe ser un camino de acercamiento al Misterio. El cosmos debe ayudar al hombre a encontrar a Dios y lo hace cuando vemos en él algo más que materia. Cuando sabemos adentrarnos en la mística de la naturaleza. Y para ello no se necesitan filosofías profundas ni teologías complicadas. Basta la sencillez de Francisco de Asís.
Poderosos iresponsables, ciudadanos iresponsables,todo ayuda a degradar el ambiente: pero el verdadero mal, son los grandes intereses de las grandes empresas
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