"Ved que os envío como a ovejas en medio de lobos. Sed, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas.
Tened cuidado, porque os entregarán a las autoridades, os golpearán en las sinagogas
y hasta os conducirán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podréis dar testimonio de mí ante ellos y ante los paganos.
Pero cuando os entreguen a las autoridades, no
os preocupéis por lo que habéis de decir o por cómo decirlo, porque en
aquel momento os dará Dios las palabras.
No seréis vosotros quienes habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
Los hermanos entregarán a la muerte a sus
hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se levantarán contra sus
padres, y los matarán.
Todo el mundo os odiará por causa mía, pero el que permanezca firme hasta el fin, será salvo.
Cuando os persigan en una ciudad huid a otra,
pues os aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que hayáis recorrido
todas las ciudades de Israel."
El evangelio de hoy es muy duro. Ayer Jesús nos enviaba a luchar contra el mal, a curar a la gente, a repartir amor y perdón, y hoy nos dice que seremos recibidos como corderos entre lobos. Que ni siquiera nuestras familias nos entenderán.
A lo largo de la historia, podemos ver múltiples persecuciones. Actualmente los cristianos son perseguidos en Irak, en Siria, en Egipto, en Nigeria...En Europa, ser cristiano no está demasiado bien visto. Hemos olvidado nuestras raíces cristianas.
Jesús nos dice que debemos dejar hablar al Espíritu en nosotros, a través nuestro. Cuando todo el mundo nos aplaude deberíamos peguntarnos si lo que transmitimos es la Palabra o nuestra palabra. Sólo la Palabra del Espíritu podrá amansar a los lobos y convertirlos en corderos.
Ahir...estimar, avui avelles entre llops...només la Paraula de l'Esperit...pot ajudar-nos a ser. Pare Nostre.
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