"Entonces
comenzó Jesús a reprender a los pueblos donde había hecho la mayor
parte de sus milagros, porque la gente no se había convertido a Dios.
Decía Jesús:
-
¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida!
Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han
hecho entre vosotras, ya hace tiempo que su gente se habría convertido a
Dios, cubierta de ropas ásperas y de ceniza.
Por eso os digo que, en el día del juicio, vuestro castigo será más duro que el de la gente de Tiro y Sidón.
Y tú, Cafarnaún, ¿crees que van a levantarte hasta el cielo? ¿Hasta lo más hondo del abismo
serás arrojada! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que
se han hecho en ti, esa ciudad habría permanecido hasta el día de hoy.
Por eso te digo que, en el día del juicio, tu castigo será más duro que el de los habitantes de la región de Sodoma."
Dejando de lado las discusiones de los exégetas, de que si estas amenazas las pronunció Jesús así o no, hay un mensaje muy claro: Los que hemos tenido la suerte de ser bendecidos por la Fe, Los que vivimos en un país "cristiano", los que pertenecemos a una Congregación Religiosa, somos mucho más responsables de nuestros actos, que los que han vivido alejados de una ambiente de Fe.
La misión que Jesús nos ha encomendado es clara. Él nos dio ejemplo curando enfermos, ayudando a andar, a ver...Nosotros, ante los problemas de la sociedad, quizá miramos hacia otro lado. Nos refugiamos en prácticas, ritos y oraciones, mientras olvidamos dónde está realmente Jesús: en el que tiene hambre, el que está desnudo, el que ha de huir de su patria, el perseguido...Es ahí donde está nuestra misión. Ese es nuestro lugar.
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martes, 18 de julio de 2017
NUESTRA RESPONSABILIDAD
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Jesús, rentan's els ulls, la cara, el cap...per trobar-te i omplir de sentit la vida. Pare Nostre.
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