"Así pues, los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al ver a Jesús, le adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo:
– Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a cumplir todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."
Jesús había dado a las mujeres, el encargo de que fueran a Galilea. Allí, en la montaña, se les aparece. La montaña es el símbolo de la presencia de Dios. Allí Jesús les da la misión de hacer discípulos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es decir, de la comunidad de amor que es Dios.
Quiere que sus discípulos cumplamos lo que mandó. Es decir, amar a Dios y amar al prójimo como Él nos amó, hasta dar su vida por nosotros.
El querer intelectualizar el misterio de la Santísima Trinidad, puede hacernos perder el verdadero sentido, el único que podemos entender: que Dios es Amor. Un Padre amoroso, un Dios que se encarna amándonos hasta el fin y un Espíritu de Amor que habita en nosotros.
La Santísima Trinidad es el Dios Amor, la comunidad de Amor total.
La festividad de hoy, debe llevarnos a intentar ser nosotros también, Amor. Entre y don para los demás. Entrega y abandono en los brazos de Dios.
Jesús había dado a las mujeres, el encargo de que fueran a Galilea. Allí, en la montaña, se les aparece. La montaña es el símbolo de la presencia de Dios. Allí Jesús les da la misión de hacer discípulos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es decir, de la comunidad de amor que es Dios.
Quiere que sus discípulos cumplamos lo que mandó. Es decir, amar a Dios y amar al prójimo como Él nos amó, hasta dar su vida por nosotros.
El querer intelectualizar el misterio de la Santísima Trinidad, puede hacernos perder el verdadero sentido, el único que podemos entender: que Dios es Amor. Un Padre amoroso, un Dios que se encarna amándonos hasta el fin y un Espíritu de Amor que habita en nosotros.
La Santísima Trinidad es el Dios Amor, la comunidad de Amor total.
La festividad de hoy, debe llevarnos a intentar ser nosotros también, Amor. Entre y don para los demás. Entrega y abandono en los brazos de Dios.
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