En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: "Alegraos." Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: "No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán."
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: "Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros." Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.
Tres cosas a remarcar en este texto:
Las primeras en ver a Jesús resucitado son las mujeres. Su saludo es, no tengáis miedo. La invitación a volver a Galilea.
Jesús se aparece a los despreciados y considerados nada por la sociedad, como lo eran las mujeres en aquel tiempo.
El miedo no nos conduce a Dios, sino todo lo contrarío.
Debemos volver siempre a los inicios. A la inocencia de la infancia. A aquellos momentos en que la sociedad aún no nos había contaminado.
"El encuentro con el resucitado desinstala, moviliza, pone al creyente a correr velozmente a comunicar la buena noticia: Él no está muerto, Él está vivo, muy vivo. Y son mujeres, aquellas marginadas, vilipendiadas y excluidas del sistema socio-religiosos imperante. Son ellas las primeras en enterarse de este acontecimiento misterioso y maravilloso, gozoso y tenebroso. Porque así es el lenguaje de Dios. En todo caso es un acontecimiento que moviliza en dos sentidos. A las mujeres a compartir su experiencia de encuentro con el Resucitado con los tristes discípulos. A los soldados a contar lo sucedido a los representantes del sistema de muerte vigente. Ellas reciben la gratuidad y el gozo de la paz y el amor que se desprende del amado, ellos, los guardias, el soborno, la corrupción y la mentira. Dos actitudes y dos opciones contrastantes frente al resucitado. Ante Jesús pascual no se puede ser indiferente, o se le acepta o se le rechaza. ¿Qué actitudes provoca en las personas de tu entorno la noticia del Señor Resucitado?" (Koinonía)
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