martes, 1 de octubre de 2024

RESPETAR A TODOS


 
Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén. Envió por delante mensajeros, que fueron a una aldea de Samaria para prepararle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirle, porque se daban cuenta de que se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto le dijeron:
– Señor, si quieres, diremos que baje fuego del cielo para que acabe con ellos.
Pero Jesús se volvió y los reprendió. Luego se fueron a otra aldea.

Cuando seamos rechazados, no nos acepten o piensen totalmente lo contrario que nosotros, no debemos enfadarnos. Los discípulos querían hacer descender fuego sobre aquellos samaritanos. Jesús los regaña. Debemos respetar a todo el mundo, nos acepten o no. Como Jesús, simplemente, debemos irnos a "otro pueblo". Buscar otro lugar en el que se nos acepte.

"En el la lectura del Evangelio hoy vemos la exasperada e impaciente reacción de Santiago y Juan ante un contratiempo puede que grave, desde luego no mortal, que quieren ¿resolver? con una lluvia de fuego. Algo desproporcionado ¿no? El evangelista dice escuetamente que Jesús les regañó. A mi me parece que la reprensión tuvo un cierto matiz de buen humor.
El seguimiento de Jesucristo implica constancia en la fe, incluso y sobre todo cuando todas las circunstancias parecen adversas, renunciar a la venganza si el mal proviene de un ser humano, tener paciencia y aguardar siempre la salvación que Cristo nos ha ganado. Y comprender, aunque sea misterioso, que la alegría del Señor es nuestra fuerza."
(Virgina Fernandez)