jueves, 27 de mayo de 2010

BIENAVENTURANZAS DEL MAESTRO


Hoy acabo un cursillo para profesores de religión de la ESO (ERE) en el que participo. En la oración que hemos tenido antes de la comida, hemos leído este texto. No conozco su autor y posiblemente ya ha recorrido un largo camino por internet. Seais o no maestros quiero compartir el texto con vosotros. Si sois maestros ya sabéis de qué va. Si sois padres, os servirá para comprender a quienes han elegido ese difícil reto de educar.


"Bienaventurado el maestro que, a pesar del riesgo de ser incomprendido, insiste en su trabajo; el tiempo dará su fruto.

Bienaventurado el maestro, competente y sabio, que pone su sabiduría en manos de Dios: llegará al fondo de muchas cuestiones.

Bienaventurado el maestro que, además de promover la cultura, llena de valores las mentes de sus alumnos: será forjador de la sociedad futura.

Bienaventurado el maestro que entiende su trabajo como una vocación: será una fuente inagotable.

Bienaventurado el maestro que, en su tiempo libre, recurre a la contemplación y la oración: se llenará de paz y de serenidad.

Bienaventurado el maestro que confía en las posibilidades de sus alumnos: se realizará vaciándose en ellos.

Bienaventurado el maestro que se actualiza y no queda desfasado: comprobará que las materias son las mismas, pero las formas es conveniente ajustarlas.

Bienaventurado el maestro que sabe compartir lo bueno y lo malo con sus compañeros: no se encontrará solo en la difícil tarea de educar.

Bienaventurado el maestro que, más allá de las calificaciones, mira a sus alumnos sonriendo y con comprensión: la empeatía será la consecuencia.

Bienaventurado el maestro que disfruta dando lo que tiene: será rico por lo que sabe dar y por cómo lo da.

Bienaventurado el maestro que vive y disfruta sembrando: recogerá de los demás lo que ha sembrado.

Bienaventurado el maestro que se inplica en su trabajo con todos sus valores y capacidades: su compromiso será su mejor garantía.

Bienaventurado el maestro que se muestra tal como es: sus alumnos lo premieran con la misma medida.

Bienaventurado el maestro que, con los pies en suelo firme, no se olvida de Dios que habita en el cielo: nunca le faltarán las fuerzas para seguir educando hombres y mujeres que vivan dedicados, no únicamente a ellos mismos, sino orientados a los otros.

Bienaventurado el maestro que, además de matemáticas, aprende a llevar a la pizarra los sentimientos que flotan sobre la clase: lo llamarán PERSONA..."

8 comentarios:

  1. Gracias Juan Josep, no se como se las apaña para darnos tantas cosas buenas.
    Muy interteresante ese escrito anónimo.
    Con ternura.
    Sor.Cecilia

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  2. Hola, Joan, no cal dedicar-se a l'ensenyament per estar d'acord amb totes aquestes benaventurances. Tot i que hi ha mestres excel·lents que ja les apliquen, potser no estaria de més que alguns tinguessin l'ocasió de repassar-les...
    Una forta abraçada!
    Montse

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  3. Me gustan estas Bienaventuranzas, me las llevaré cuando pueda para mandárselas a mis amig@s profes

    Mi ordenador en la enfermería...
    Mi espacio... parece que desaparecido...
    No parece que los hados de la informática estén a mi lado estos días jajajaja

    Un abrazo desde tu tierra y hasta pronto
    Soqui

    P.D.-Soy cabezota, pero si esta vez no llega... desisto

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  4. Bienaventurados los maestros que reciven en sus clases alumnos sin educar,bienaventurados los maestros,que tienen que aguantar estos niños, y que suelen reventar las clases,en fin etc.

    Los maestros, no educan, influyen en su educación, si el alumno biene preparado para ello.Siendo la enseñanza una erramienta, en la que el individuó, puede husarla ho dejarla en un cajón; ahunque la influencia siempre estara presente,sin que se de cuenta una abraçada

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  5. bienaventurado el maestro que al fin se jubila...

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  6. UNA BONA LECTURA LA D´AQUESTA ENTRADA PER ACABAR EL DIA.
    GRACIES PER COMPARTIRLA. BONA NIT I BONA HORA, FINS DEMÁ SI DEU VOL, Montserrat

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  7. Joan,como educadora(profe)y como madre,todo aquello en lo que la vocación está presente desde la mirada del educando hacia el alumno, más allá de la materia en si misma,es imprescindible.
    Pasan la mayorparte del tiempo juntos,se crean lazos ,cómplicidades e incluso se olvida por un rato la ortodoxia .
    Es entonces cuando la vocación se demuestra como otra parte del individuo.LA parte de persona que le hace y hace a los demás.
    Uff,me enrollé ,pero,me entiendes,verdad?
    Besucos

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  8. La experiencia que tengo como enseñante, que no es mi profesión principal, siempre ha sido positiva, salvo raras excepciones.
    Quizá he aprendido más que he enseñado.
    Un abrazo.
    Pablo.

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