"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará en el monte las noventa y nueve e irá a buscar la descarriada? Y si logra encontrarla, os aseguro que se alegrará por ella más que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Del mismo modo vuestro Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños."
Siempre que leo este texto, recuerdo lo que me sucedió cuando tenía 22 años. Llevaba un año y medio dando clase. Estaba de profesor en el Aspirantado de Cambrils (lo que corresponde al Seminario Menor de los sacerdotes). Nadie tenía carnet de conducir, por lo que cada vez que necesitábamos el coche teníamos que pedir ayuda a alguien para que nos hiciera de chofer. Decidieron que me sacara el permiso. Cada día bajaba al pueblo en mobilette a la autoescuela. Por el camino encontraba un pastor con un buen rebaño de ovejas. Un día me hizo parar y me dijo:
- Se me ha extraviado una oveja. ¿Podría quedarse un momento con el rebaño mientras voy a buscarla? No debe de estar muy lejos.
No me dio tiempo a responder y se fue con el perro en busca de la perdida. ¡Pobre "urbanita" de mi, ante un rebaño que no me conocía...! Ocurrió lo lógico. Al poco rato junto a mi quedaban siete u ocho ovejas. Las demás se habían desperdigado sin perro ni pastor. Imaginaos el enfado del pastor a su regreso.
Yo saqué una conclusión. Eso de abandonar las noventa y nueva para ir a buscar una, es un gran disparate. Posiblemente las perdamos todas...
Pero la lógica de Dios no es nuestra lógica. Lo que para nosotros parece una locura para Él es sabiduría. Porque para Dios uno vale tanto como todos. A cada uno de nosotros nos considera únicos y tenemos todo el valor del mundo. Nosotros clasificamos a las personas. Como pastores nos preguntaríamos si vale la pena arriesgar por una oveja, quizá enferma, raquítica y, en cambio, a lo mejor nos lanzaríamos a la búsqueda de la oveja gorda que pensábamos vender aquel mismo día.
Para Dios, uno vale por todos. Y como todos somos más o menos ovejas descarriadas, Él lo deja todo por cada uno de nosotros y tiene una alegría inmensa, divina, cada vez que nos encuentra...
¿Por qué nosotros nos emperramos en condenar, excomulgar, anatematizar a todo bicho viviente?
Mo-nu-men-tal! ¡Cuanta sabiduría en vos Joan Josep!¡Sabiduría de la buena!
ResponderEliminarUn abrazo en el Señor
Claudio
Para Dios todos somos igual de importantes...del mismo modo que para una madre todos sus hijos son iguales, pero si uno de ellos está descarriado ,o sufre penurias, o no tiene la misma suerte en la vida, o está enfermo...entonces dedicará todas sus energías y fuerzas , en socorrer y ayudar a ese hijo, que lo necesita más que los demás en esos momentos, todo eso sin detrimento del amor que siente por todos los otros hijos.Así pues, la parábola describe perfectamente lo que esús nos quiere enseñar. Un saludo.
ResponderEliminarSi Joan Josep, yo no tengo la capacidad de entender, muchas decisiones de Dios.
ResponderEliminarPor esto me pongo en sus manos. Esto si a Dios rogando y con el mazo dando.
Lo que tenga que ser, pues será.
Una abraçada, germá en Crist.
Espero que tu afición a la biología no empezará esa mañana como "pastor frustrado".
ResponderEliminarLos educadores verdaderamente vocacionados sienten más gozo y alegria por un alumno que con la ayuda de muchos va superando el curso que de aquellos que con sólo pestañear sacan excelentes resultados.
Juanjo, a pesar de que los inicios fueran duros, no lo dudes, continuas siendo un bues pastor.
Bueno, se aprende andando:ayer hcieron en TV3, la vda de TERESA DE CALCUTA, y ella daba un paso y nosavia que pasaria ,ho si le saldria bien, pero tenia que ir por este camino.
ResponderEliminarEl pastor le pasa lo mismo, deja ha la merced de la providencia el rebaño; pero el deve de ir ha buscar la escarriada, creo que la cosa ba por aqui.
Y en esta pelicula, hay una secuencia que ella se acerca ha un biejo moribundo, y le da de vever, y este le pregunta: ha quienandas buscando por aqui? y ella le contesrte,¡ ha mi señor, el biejo le dice ? trabajas para el! y ella le dice SI? ando buscandole, me encuentro desamparada, lo necesito: y el viejo le duice: un buen amo, no abandana nunca ha sus sirvientes, ten confianza. Una abraçada
Ya!!
ResponderEliminarCuando leo esta parábola,pienso siempre en el empeño que tenemos de "separar"a las personas en preferidas y menos prefridas.
Cuado me encunetro por la calle con alguien,depende de la amistad que tenga con esa persona,estoy más o mneos tiempo y auqnue sea "normal",siemrpe preferimos al perfecto,al de siempre,al que más nos gusta.
PAreec no tener sentido la comparación,pero en mí hay un tono de semejanza.
Besucos
Gó
( Pensamiento de oveja)
ResponderEliminarSi dejo de comer, quedo raquitica y debil y de vez en cuando me tiro al monte .... ¡¡¡ El pastor vendra a buscarme y .... ¡¡¡ lo tendré para mi solita ¡¡¡¡
>Moraleja: Si eres oveja y el pastor te gusta, no comas y pierdete con frecuencia.
¡¡ Lo sé¡¡¡ Me vas a matar pero .... la tentación fue grande, yo, debil cual linda merina. Me lo has puesto a .... ( Me río a carcajadas )
Como madre, si ayudo al más debil y corro a su lado... sin dejar de poner el ojo en los otros.
Un beso con fuerza...y no te enfades ; eres buen pastor.