Ignoro de quién es este texto, pero me gusta. Reconozco que estoy anímicamente algo invernal. Alguno se ha dado cuenta. No es agradable sentir el odio cada día, durante más de un año, respirando frente a ti y diciendo, además, que yo soy el que odio...Por eso me gusta esa figura del almendro, que a la mínima sensación de calor, florece sin miedo. Necesito florecer. Necesito un poco de calor...El calor de la amistad y del Adviento...
El adviento
es un almendro de mi tierra:
cuando todo está dormido
en el sueño del invierno,
de la nieve y las heladas,
sólo el almendro entre todos
se atreve a florecer.
Y éste es su fruto y su misión:
florecer,
gritar en el silencio
con la voz de sus pequeñas flores blancas
que la vida está viva en las raíces
y que avanza hacia arriba por las ramas
y que estalla en alegría y paz
en medio de las sombras invernales.
Sí, el adviento
es un almendro de mi tierra.
No, el almendro
es cada uno
y también yo:
cuando en medio de tantos egoísmos,
gratuitamente regalamos;
cuando en medio de tantas soledades,
compartimos nuestro tiempo,
nuestra ciencia y nuestras cuentas;
cuando en medio de tantas prepotencias,
nos tomamos en serio
el servicio a los pequeños...
Sí, un almendro
fue Jesús de Nazaret
que en medio del invierno de su pueblo
nació
y floreció...
¡Y se hizo para siempre
Navidad!
Te dejo un muy fuerte abrazo desde Berlín, querido Joan Josep. Y, te deseo, muchas cosas buenas para estas fiestas que se avecinan y que el 2011 sea un mejor año, porque te mereces mucho y más.
ResponderEliminarAnimo, que el sol aún no se ha puesto por última vez!
ResponderEliminarUn abrazo en el Señor Joan Josep
Claudio
Tus obras te hacen florecer Joan, y ya tienes el calor del Adviento y el de mi amistad que te brindo desde aquí.Cuando dicen que tu eres el que odia, es porque quizás no saben distinguir el trigo,de entre las malas hierbas...pero al final, las hierbas se van secando, y solo queda el trigo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Joan Josep, lastima que no llevaba la camara, y no pude fotografiar:ah un madroño florecido, con sus flores blancas tirando ha rosas en forma de campanilla,y en medio algun fruto rojo que no se havia caido.
ResponderEliminarEn invierno siempre hay algo que florece, una abraçada
Las emociones son responabilidad de cada uno. Imagino que en mi entorno también habrá alguien que me odie o al que no le caiga bien... bueno, imaginar no, seguro que es así. Si me odia, pregunto por qué. Quizás infrigí dolor sin ser consciente, entonces pido perdón. Si no puede perdonarme y su odio persiste, entonces ya no es responsabilidad mía cuando mi arrepentimiento es Honesto y así se lo demuestro. Quizás su odio hacia a mi es simplemente porque no le caigo bien y ya está.... En todo caso cada uno es libre de sentir lo que quiere o lo que le conviene y, en su libertad, respeto sus emociones hacia a mi. Al final cada uno nos responsabilizamos de nuestros pensamientos, emociones, palabras y actos.
ResponderEliminarDe todas formas, no creo que en tu entorno haya nadie que te odie Joan. A veces la gente vamos tan estresados, nos sentimos tan insatisfechos... que en nuestro propio egoísmo nos olvidamos que los demás también existen. Eso no es odio, es descuido. De todas formas creo que nadie puede odiar durante mucho tiempo sin caer enfermo.
Un Abrazo Joan
Joan, si aqueests dies tan grisos hivernals fan més vulnerable el teu esperit i sents amb més dolor que abans les adversitats emocionals que t'arriben des de diversos àmbits, recorda que hi ha persones disposades a fer-te una abraçada molt càlida en el moment que desitgis, tan càlida que desfaci el gel de l'hivern i que tornin a fer néixer les flors de l'esperança. I a les vicissituds de la vida, una bona riallada, home!, que de vegades no es mereix altra cosa.
ResponderEliminarSí, una forta abraçada!
!....El arca de tu seno, de madera de cedros incorrupta, viene con el Ungido.
ResponderEliminarLa Primavera acecha detrás de Nazaret, regada por el llanto,
y sobre las banderas blancas de los almendros
el trino de tu voz rompe en el júbilo, humildemente solo.
Pedro Casaldáliga
Besucos
Gó
Así que odio...
ResponderEliminarPues como que va a ser que no, mi querido Joan. Los humanos nos empeñamos en los disfraces, se admita o no, y fingimos odio cuando envidiamos o tememos algo o a alguien. ¿ con cuantos amores cuenta tu odiador?, ¿ hijos, amigos,seguidores? Crees que es amado en su casa ? Ponle imaginación a la historia y piensa en ello.
Tus amigos advierten tu animo invernal, ¿ crees que todo el mundo tiene amigos que observen con tanta atención?
Sabes que tienes muchos seguidores, muchos lectores a los que tu forma de explicar les llega. Amigos que te queremos por ser Persona y te aceptamos, como tu nos aceptas a nosotros, con los defectos que llevamos en los bolsillos.
Ea, a poder las flores donde corresponda y nosotros a darnos tirones de orejas que abran nuestro entendimiento.
No hay odiadores, eso no existe. Hay, burros con orejeras.
Besitos gordos.