"A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo:
- ¡No! Se va a llamar Juan.
Le replicaron:
- Ninguno de tus parientes se llama así.
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre».
Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo:
- ¿Qué va a ser este niño?.
Porque la mano del Señor estaba con él."
Esta pregunta se la hacen todos los padres ante el nacimiento de un hijo. Y sueñan lo mejor para él...Posiblemente pocos esperan que su hijo sea alguien que anuncie a Jesús al mundo, que sea presencia de la misericordia de Dios en nuestra tierra. Eso es lo que significa Juan: "Dios hace misericordia". Ese debería ser el futuro de todo hombre que nace...Luego la vida nos tuerce y desvía de nuestra misión. Entre otras cosas, porque olvidamos algo tan importante como, que "la mano del Señor está con nosotros". Queremos ser independientes, seguir solos nuestro camino...y nos distraemos con lo que vamos encontrando. Olvidamos que hemos de repartir Amor, que Dios actúa en este mundo solamente a través de nosotros...Buscamos ser importantes, tener poder, atesorar bienes...y no recordamos que la verdadera riqueza es compartir, que el verdadero poder es enjugar las lágrimas de los otros, que la auténtica importancia es servir a los más pequeños...
Todavía estamos a tiempo de preguntarnos: ¿Qué voy a ser a partir de ahora?
Te acordás cuando se decía que los venían con el pan bajo el brazo? ahora dicen que vienen con una pelota de fútbol entre los pañales..., no importa otra cosa. Me gustó muchísimo la reflexión Joan Josep.
ResponderEliminarUn abrazo
Claudio
Una pregunta que me la puedo hacer no solamente ahora, sino en mi hora final. Pero aún así, es bueno tener lista la respuesta. Ser más buena, más tolerante, más paciente. Más de más.
ResponderEliminarMe gustó tu entrada. Aprovecho para desearte unas bonitas fiestas y un muy buen 2011.
Te dejo un abrazo desde Berlín.
Sí,el nacer a la vida no es de pequeños.
ResponderEliminarSiempre hay una oportunidad para ello.
Solo que nos distraemos....
Otras veces pensamoa demasiado.
Feliz Navidad,hermano!
Besucos
Gó