(observad el aspecto de anti-sistema de la manifestante...)
Tengo 63 años. En mayo del 68 estaba precisamente, acabado el magisterio, en mi primer año de docente. Cuando oigo o leo a personas de mi edad y otras que lucharon en la Universidad los últimos años del franquismo por las libertades, tratar a los jóvenes acampados en muchas ciudades españolas, de niñatos y burgueses...se me revuelven las tripas. No. Yo no culpo a los partidos ni a los sindicatos de la situación actual. Los acuso de cobardía. El gobierno nacional y los autonómicos no hacen nada, como tampoco harán nada los que les sigan, porque no pueden hacer nada. Porque para ellos es más fácil apuntarse al carro de los supersueldos de presidentes, ministros, consejeros, parlamentarios...que explicarnos, claramente, que todos estamos en manos de 200 personas.
Es verdad. Esos movimientos tienen el peligro de caer en el populismo. Eliminar los partidos, es caer en el partido único, que es la dictadura. De derechas o de izquierdas, pero siempre dictadura. Ya sé. Está la vía asamblearia. Pero hasta el momento, excepto en los monasterios, que son más reducidos en personas y guiados por una idea común, eso no ha funcionado nunca. Que alguien me enseñe una comuna libertaria que haya durado más de diez años. (Y soy muy generoso). Nuestra sociedad ha de dar un auténtico giro hacia la solidaridad.
Hay que sanear los partidos y sanear los sindicatos. Concretando, hay que sanear la vida pública. Los políticos nos pusieron delante de las narices la zanahoria de la sociedad del bienestar. Que sean ahora valientes y, empezando por ponerse sueldos acordes con los de cualquier ciudadano, que impidan que el presidente o los consejeros de cualquier multinacional, en tiempos de crisis y de recortes, sigan subiéndose sueldos, que ya de por sí son astronómicos. Sueldos, que reuniendo el cinco por ciento de todos ellos, paliarían considerablemente la miseria en el mundo. Que nos digan que ellos no pueden gobernar. Que se invadió Irak, porque así lo querían las petroleras. Que protegían a dictadores árabes porque era la voluntad de las petroleras. Que no habrá paz en Palestina, porque las grandes fortunas judías son esenciales para la economía USA. Que no habrá paz en el Tercer Mundo mientras los países del Norte se enriquezcan con la venta de armas. No. Lo siento. Esto no es populismo. Esto es justicia. Este debería ser el verdadero camino de la política.
En este camino están las verdaderas medidas a la crisis. En vez de proteger a bancas que enriquecen a cuatro, ¿por qué no potenciamos las bancas éticas? ¿Por qué los beneficios de las grandes empresas no revierten en los trabajadores y en investigación?
No niego que en esos movimientos populares se mezclen indeseables. A río revuelto, ganancia de pescadores. Pero la mayoría, lo que quieren, es decirles claramente a partidos y sindicatos, que basta de cobardía. Que estamos hartos de promesas. Que no aceptamos campañas electorales en que lo único que se hace es descalificar al contrario y no se presentan, ni soluciones, ni alternativas claras. Y que ya es hora que todos entendamos que no hay sociedad del bienestar si no es para todos. Que dos terceras partes de la humanidad no pueden vivir en la necesidad. Y que esta es la verdadera globalización.
Supongo que para estas elecciones ya es tarde. Pero aquellos partidos que sean valiente y sepan en el futuro quemar las naves, serán los que nos tendrán a todos tras ellos.
Aquí os dejo con Cristina. Sus palabras son mejores que las mías. Si eso es ser anti-sistema...yo también lo soy.
(sólo tiene sonido)
(sólo tiene sonido)
Creo que todos o casi todos recordamos las manifestaciones en nuestra época de estudiantes, unas veces en reivindicación por planes de estudio y otras por el sistema político. También recuerdo cuando tenía dieciocho años, y esas ganas de cambiar el mundo y el sistema político. Ahora me pregunto si el mundo se puede cambiar. Algunos dicen que si. Pero creo que no, es más, creo que en el momento que el mundo cambie, dejará de ser mundo para ser otra cosa. Los cambios nunca se producen en masa. Es imposible pretender cambiar la sociedad en su conjunto. Los cambios son individuales. Y esto es lo que cada uno de nosotros debemos tener en cuenta. El cambio le debemos de producir sobre nosotros mismos. Por eso, el fenómeno social que se está produciendo en la puerta de Sol de Madrid y en otras ciudades españolas es, desde mi punto de vista, absurdo. Sólo cuando cada una de las personas que están en la puerta del Sol cambie algo para mejor en sus vidas, veremos el viraje en el sistema político y social de este país.
ResponderEliminarTodo el mundo quiere ser antisistema cuando las cosas van muy mal. Quizá el problema es que no nos damos cuenta de que el sistema no funciona hasta que no nos arrolla.
ResponderEliminarCuando la corrupción es el pan nuestro de cada día, el hastío nos bloquea y la indignación no sirve de nada si no tomamos decisiones.
Un abrazo
Pablo
Bon día Joan Josep.
ResponderEliminarJo no entenc gaire de política.
Pero esta clar que tot es un desastre.
Si que recordo el Maig del 68, jo aleshores tenía 19 anys.
I ahir ho recordaba en el meu marit.
Ara aquest maig pasará a l´historia com el Maig 2011.
Aci a Valencia, també han acampat a la Plaça del Ajuntament.
Deu hi faci més que nosaltres.
Encare que con "Dios rogando y con el mazo dando", aixó si sempre pacificament.
Una abraçada, Montserrat
En buena parte coincido contigo, Joan Josep. Pero en lo que se refiere a: "Que no habrá paz en Palestina, porque las grandes fortunas judías son esenciales para la economía USA. Que no habrá paz en el Tercer Mundo mientras los países del Norte se enriquezcan con la venta de armas.", en eso disiento, porque es un reductivismo de causas que no coincide con la realidad, desgraciadamente mucho más compleja. Los palestinos no tienen hoy un Estado porque han sido incapaces de la unidad necesaria cuando tuvieron la oportunidad y porque a determinados países del entorno ni les interesa que tengan un Estado ni que haya paz. Si mañana terminara la venta de armas a países del Tercer Mundo, nada les impediría matarse con machetes (ya ha sucedido). Me pregunto si no tendemos todos con extraordinaria facilidad a dar respuestas fáciles a cuestiones que no lo son.
ResponderEliminarTienes razón Outsider. Simplificamos mucho. Pero no me negarás que ambas razones son de peso para que no se solucionen esos problemas...Un abrazo: Joan Josep
ResponderEliminarCrec que tots tenim el dret de lluitar per les nostres utopies, el problema és trobar qui les
ResponderEliminarfaci realitat...A mi em sembla molt bé que la gent acampi a les places de manera pacífica per reivindicar no ya tan sols els somnis , sinó les realitats que ens estan prenen, però tot moviment necessita algú que el lideri, les coses no es canvien soles(en això no estic d'acord amb la Cristina)i molts/es ens preguntem i després de les acampades què?
Bon cap de setmana,
M. Roser