"En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
- Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
Él le dijo:
- Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas."
Vuelven a intentar tender una trampa a Jesús. Los maestros de la Ley señalaban 248 preceptos y 365 prohibiciones. Con la pregunta intentan demostrar que Jesús no conoce la ley. Como siempre, les sale el tiro por la culata.
Jesús cita dos textos distintos. El primero del Deuteronomio:"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." El segundo del libro del Levítico: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
Jesús da una lección a los fariseos. No solamente señala cuál es el principal mandamiento, sino que al unirlo a otra cita y señalar que son semejantes, explicita como se concreta ese amor de a Dios. Nos dice claramente que esos dos amores no son sino uno solo. Que no podemos decir que amamos a Dios si no amamos al prójimo. Y que no podemos amar al prójimo sino lo vemos como Dios. El amor a Dios y el amor al prójimo están indisolublemente unidos.
La primera lectura nos dice cómo concretar este amor de una forma actual. Ya estaba escrito en el libro del Éxodo:
"El Señor dice:
- No maltratas ni oprimas a los inmigrantes, porque también vosotros lo fuisteis en Egipto. No maltrates a las viudas y los huérfanos. Si los maltratas y alzan su clamor hacia mí, yo los escucharé, e indignado, os mataré con la espada. Vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a los pobres que viven contigo, no hagas como los usureros. No les exijas intereses. Si te quedas como prenda el manto de alguien, devuélveselo antes de que se ponga el sol. Es todo lo que tiene para abrigarse, el manto que lo envuelve. ¿Con qué dormiría? Si levanta su voz a mi, lo escucharé, porque soy compasivo"
Una de las formas de expresar el amor a Dios es la justicia social. El extranjero, el pobre, el enfermo...son el mismo Cristo que nos interpela. Nadie es perfecto. Difícilmente lograremos alcanzar una sociedad en que la justicia sea perfecta. Pero ese es el camino, el único camino que nos lleva al Reino: el Amor.
Hoy también se celebra el domingo del DOMUND, dedicado a las misiones. Los misioneros han entendido claramente que los dos amores se unen en uno solo y entregando su vida al necesitado, saben, que la entregan a Dios.
"El Señor dice:
- No maltratas ni oprimas a los inmigrantes, porque también vosotros lo fuisteis en Egipto. No maltrates a las viudas y los huérfanos. Si los maltratas y alzan su clamor hacia mí, yo los escucharé, e indignado, os mataré con la espada. Vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a los pobres que viven contigo, no hagas como los usureros. No les exijas intereses. Si te quedas como prenda el manto de alguien, devuélveselo antes de que se ponga el sol. Es todo lo que tiene para abrigarse, el manto que lo envuelve. ¿Con qué dormiría? Si levanta su voz a mi, lo escucharé, porque soy compasivo"
Una de las formas de expresar el amor a Dios es la justicia social. El extranjero, el pobre, el enfermo...son el mismo Cristo que nos interpela. Nadie es perfecto. Difícilmente lograremos alcanzar una sociedad en que la justicia sea perfecta. Pero ese es el camino, el único camino que nos lleva al Reino: el Amor.
Hoy también se celebra el domingo del DOMUND, dedicado a las misiones. Los misioneros han entendido claramente que los dos amores se unen en uno solo y entregando su vida al necesitado, saben, que la entregan a Dios.
Quizá también la Iglesia actual está llena de demasiados preceptos y demasiado simbolismo. Sabemos se también busca lo fundamental, vivir el amor de Dios, sentirse amado y expresar ese amor con hechos concretos para hacer una sociedad mejor. Por ello, quizá haya que simplificar en lo fundamental, como hace Jesús, para poder hacerlo vida propia y no una serie de ideas y costumbres que nos hacen perder de vista lo primordial del cristianismo.
ResponderEliminarUn abrazo
Pablo.
Me irrita la gente que pone anzuelos a otra gente y Cristo no se loibró de ello.
ResponderEliminarCAda vez que leo el Evangelio,me doy cuenta de que es tan sencillo,o así lo veo yo.Amar a los demás,con la bendición inherente de Dios.NO es tan extenso ni tan dificil de entender...mas parece que en lo crítico somos sordos,ciegos ,mudos,mancos,cojos...
Besucos
Gó
*Las coquetas,sin nombre.EL pastel,de pecado(perdón hermano(sonrisa))
YA somos más complices con la bella dama .Y que Dios la bendiga siempre.
Siempre he dicho que si fuera el amor lo que nos moviera, si estuviera más presente en nuestras vidas, el mundo sería mucho mejor
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana