EL ÁRBOL DE LA VIDA

Ayer por la tarde fui al cine. La película era "El árbol de la vida". Dirigida por Terrence Malik e interpretada por Brad Pitt, Jessica Chastain y Hunter McCracker, un esplédido Jack niño.

Había oído y leído de esta película, los más grandes elogios y las críticas más feroces. Para aquellos que les gustan las historias clásicas con un comienzo,nudo y desenlace será mejor que no vayan a verla. Es una película que es pura poesía, llena de metáforas y simbolismos visuales, con una fotografía y una banda sonora esplendidas.

La cita escrita del libro de Job con la que empieza el film nos da la clave para entenderla: "¿Dónde estabas cuando puse los fundamentos a la tierra? ¡Explícamelo, tú que lo sabes todo! ¿Sabes quién tendía el cordel y fijaba los límites del mundo?¿Sabes dónde se asientan los pilares de la tierra? ¿Sabes quién puso su piedra angular mientras las estrellas de la mañana cantaban de entusiasmo ?"

La otra clave la da la primera frase que se escucha:"Las monjas nos explicaban en el colegio que la vida se puede vivir o siguiendo la naturaleza o siguiendo la divinidad".

Jack (Sean Penn de adulto), en un mundo tecnificado se siente infeliz y fuera de lugar. Recuerda su infancia. Acompañado por los consejos de bondad y amor de su madre, y por los de lucha, superación y búsqueda del triunfo al precio que sea. Y como fondo, la pregunta sobre Dios. Un Dios que se le irá alejando poco a poco, a medida que descubre el mal. Un Dios que asocia al padre y al que desea matar. No se da cuenta que Dios está mucho más cerca de la imagen de la madre. La muerte de su hermano es algo que marca a toda la familia. Será en el momento que padre e hijo reconozcan que los dos son iguales, que ninguno de los dos es mejor que el otro, cuando podrán aceptar la muerte prematura del hijo. Descubren que el hombre no es si no una mota de polvo en el universo y que todo lo que existe es don y gratuidad. Se darán cuenta de que la dicotomía, vida de la naturaleza - vida divina, no és sino la misma cosa. Que Dios les ha estado hablando continuamente a través de las cosas y de los hechos, pero ellos no han sabido escucharlo.

Es una película difícil de resumir. Posiblemente tenga varias lecturas. Sé de gente que se ha levantado sin verla acabar. A mí, las dos horas y media de duración me han pasado volando. Sé que a muchos les ha aburrido soberanamente. A otros las preguntas que se hace les importan un bledo. Al margen de que quizá le sobra más de un metro de película, a mí me parece una excelente reflexión y una gozada visual.