La Palabra, los Evangelios, deben ser el alimento de nuestra vida espiritual. Pero puede ser que no sepamos cómo acercarnos a ella y perdemos así gran parte de su riqueza.
Dolores Aleixandre, profesora de Sagrada Escritura, tiene la facultad de hacernos conectar fácilmente con la Palabra de Dios. En uno de sus libros, "Un tesoro escondido", comenta quince de las más de cuarenta parábolas que hay en el evangelio. En el umbral de su libro nos da unos buenos consejos para acercarnos a las parábolas, pero sirven para toda la escritura:
- CONTACTAR nuestro corazón con el Maestro interior. Preguntarle ¿qué querías decir?
- DESCALZARSE. Hacer el esfuerzo de despojarnos de todo ante el texto. Acudir a él con el corazón virgen. Dejar de banda lo que creíamos saber.
- ESCUCHAR. Leer como si fuera la primera vez. Contactar con tus reacciones. Atreverse a expresar nuestros desacuerdos y rebeldías ante lo que nos parece incongruente del texto. (Esto mi amiga lo sabe hacer muy bien)
- ACARICIAR EL TEXTO. Observar su contexto. Fijarte en los detalles. Leerlo y releerlo.
- CONTEMPLAR SUS PERSONAJES. Sin prejuicios. Observa quienes son, lo que hacen, lo que dicen sus sentimientos, sus relaciones, su conducta...
- SENTIRLA CON LOS CINCO SENTIDOS. Intentar meterse en la historia como un personaje más. Vivir lo que allí se vive.
- DEJARSE ARRASTRAR. Por la fuerza del texto. Deja que lo que te dice te sorprenda, te desoriente, desmonte tus ideas, te haga entrar en crisis, te ponga frente a desenlaces sorprendentes y teniendo que dar respuesta a cuestiones que no imaginabas.
- DARSE TIEMPO. No juzgues enseguida. No saques conclusiones precipitadas. Deja que el texto trabaje en ti.
- ELIGE. Muchas veces el texto te pondrá ante dos lógicas: la razón, la estricta justicia, los principios inmutables o la humanidad frágil, la ternura, la generosidad. Debes elegir.
- HUMILDAD. Saber que no podemos captar totalmente el significado del texto. La vida nos irá aclarando las cosas y cada vez que leamos descubriremos rincones y riquezas que no supimos ver al principio.
- DESCUBRIR EL VALOR DE LO COTIDIANO. Lo que lees no es historia. Es vida actual. DEbes trasladarlo a tu cotidianidad. Ciertamente los escenarios han cambiado, los personajes no. Nosotros somos uno de sus seguidores y Jesús continúa hablándonos e intenta seducirnos con sus narraciones.
Si nos acercamos así a los Evangelios, no nos arrepentiremos...
Hola Joan Josep:
ResponderEliminarSabes me encanta este Post
Ahora estoy haciendo una catequesis de Itinerario de Renovación en mi Parróquia, que me ayuda a comprender la Biblia y los Evangelios, de manera actual.
Aqui en Valencia es Arzobispo que tenemos D. Carlos Ososrio, es la sencillez y la bondad personificada y es el que nos ha iniciado a este nuevo Itinerario de Renovación.
Estoy disfrutando muchisimo.
Una abraçada germá, Montserrat
Hice dos años(dos cursos)sobre las Parábolas y tomábamos como referenca a Joaquin Jeremias.Sin embargo leyndo a Dolores Aleixandre,me procude una sensación de ternura y humildad que me conmueve.
ResponderEliminarEspecialmente en DEJARSE ARRASTRAR.
He traido a mi mente "de nuevo" algo que ya casi se me había oldvidado.Gracias!
Besucos hemano
Gó
Copio y pego en mis apuntes. Me ha gustado mucho esta reflexión, es muy didáctica. Intentaré pasárselo de forma más sencilla a los chavales de las catequesis.
ResponderEliminarUn abrazo. Pablo.
Estaba segura de que te había comentado ayer, pero como me llevé la entrada -sonrisa-, debí de pensar que ya lo había hecho y me fuí
ResponderEliminarSiempre me gustó Dolores Aleixandre, la conocí hace muchos años, casi casi en el cole, pero luego le perdí la pista, la volví a "encontrar" ya hace algún tiempo y ahora es casi lo primero que leo cuando me llegan los textos semanales de las lecturas, tengo apuntado su libro y el último de T. Merton, serán los primeros que caerán
Gracias por este post, puede ayudar mucho
Un abrazo
Me lo he copiado, para leerlo, las veces que me plazca, y para enseñarselo ha mi nieta, una abraçada julio
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