Cuando se tiene claro, que en la utopía existe una distancia entre lo que es y lo que debería ser, resulta un acicate para mejorar, para luchar sin desfallecer y nos sirve de modelo para avanzar.
El problema comienza cuando la utopía se transforma en extremismo e intenta imponer su visión del mundo a todos los hombres. Ahí está la raíz del fundamentalismo, tanto de izquierdas como de derechas. Una utopía de izquierdas nos lleva a un totalitarismo socialista. Una utopía de derechas nos lleva a una dictadura fascista.
En el terreno religioso nos sucede lo mismo. La utopía religiosa puede llevarnos al fanatismo. Por un extremo podemos convertirnos en doctrinarios rígidos. Por el otro en laxistas que convierten la espiritualidad en aquello que gusta a todos y no exige a nadie.
No se trata de no ser utópicos, de no tender hacia un ideal que nos haga avanzar. Se trata de respetar las utopías de los otros y no convertir la nuestra en una imposición, sino en una propuesta.
La utopía debe hacernos avanzar, pero siendo conscientes que nada es perfecto en este mundo y que los ideales son inalcanzables. Nunca debemos perder de vista la realidad de la condición humana. Somos débiles e imperfectos...
Somos deviles, inperfectos,y perecederos;y el que intente salvar su vida: la perdera.
ResponderEliminarNo hay que levantarse de suelo,llevar siempre un puñado de tierra en una mano, y con la otra el corazón:y las ansias de volar;se disuelven con la humildad, una abraçada julio
Débiles ,imperfectos...pero aún así,se puede conseguir la utopía de la sencillez, de la tolerancia,algo que no parece alcanzable.YO lo creo posible,entre otras utopías.
ResponderEliminarImponer,jamás!!Es cuando se convierte en efecto rebote.
Besucos
Gó
Me gusta eso de convertir nuestras utopías en una propuesta y no querer imponerlas por encima de todo, pero me temo que es difícil de conseguir en muchos casos, pero yo sí que estoy convencida de que las utopías nos hacen avanzar, siempre es bueno intentar mejorar que no quedarnos estancados y sin movernos
ResponderEliminarUn abrazo: Soqui