Mientras el Anacoreta leía, su joven seguidor trabajaba en el ordenador. Levantó su vista del libro sonriendo, extrañado por las exclamaciones que hacía el joven.
- ¿Qué te ocurre?
Preguntó el anciano. El joven respondió enfadado:
- Este ordenador va lentísimo. Tengo tantos archivos guardados en el disco duro, que se eterniza cada vez que intento buscar algo. Tengo que limpiarlo.
Rió a gusto el Anacoreta y dijo:
- ¿Sabes? A nosotros nos pasa lo mismo. Vamos guardando en nosotros problemas, penas, disgustos, sentimientos negativos...y eso nos hace la vida imposible. Nos frena y nos paraliza. Por eso es tan importante hacer aflorar nuestros sentimientos, desahogarnos, verbalizar nuestras penas. Es algo así como limpiar nuestro disco duro. Sólo así podemos "funcionar" en paz.
Y siguió leyendo el libro...
Habrá que ponerse delantal y guantes para hacer limpieza a fondo del disco duro y poder recuperar algo de velocidad, aunque hay veces que ni siquiera esa limpieza consigue hacernos recuperar velocidad. Un abrazo
ResponderEliminarSoqui
Nuestro disco,no se borra:se arrinconan los recuerdos,dejando espacio para nuevos.
ResponderEliminarLa lentitud, viene con la edad, con la vejez y con la acomulación de datos guardados,y con la maquinaria que sostiene el disco duro.Una abraçada
Reir a gusto y seguir leyendo...
ResponderEliminarEste Anacoreta sabe cómo limpiar un disco duro
(creo)
Un saludo, en el Amigo
al + mc
Tendemos a guardarlo casi todo. Yo mismo tengo mi disco duro (el del ordenador) petado de cosas que sé que probablemente no voy a utilizar o que incluso no interesa tenerlas. Otras veces borramos cosas que luego echamos en falta... como la vida misma :)
ResponderEliminarUn abrazo
Pablo.
Me sonrío porqe en mi "disco duro" había demasiada tensión esta tarde y como siempre,la saqué haciendo una entrada.Me gusta que hagas esa similitud .Es original y real!!
ResponderEliminarBesucos hermano
Gó