Mientras paseaban aprovechando un mediodía soleado, que temperaba los fríos del invierno, el Anacoreta dijo a su joven seguidor:
- Hablamos mucho del amor; pero no dejan de ser palabras, si no lo llenamos de nombres. Por eso me gusta tanto este poema de Casaldáliga:
"Porto el cor ple de noms.
Al final del camí em diran:
Has viscut? has estimat?
I jo sense dir res,
obriré el cor ple de noms."
("Llevo el corazón lleno de nombres.
Al final del camino me dirán:
¿Has vivido?¿Has amado?
Y yo sin hablar,
abriré el corazón lleno de nombres.")
El amor son meras palabras si no se concreta, si no está lleno de acciones hacia los demás.
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