LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

"Señor, déjala todavía este año. Cavaré la tierra a su alrededor y le echaré abono. Con eso tal vez de fruto."

La parábola de la higuera sin fruto, nos enseña que Dios siempre nos da una segunda oportunidad. No es ese juez implacable que condena sin piedad. Pero esta parábola también nos señala la responsabilidad que tenemos en la salvación del otro. Si no da fruto, quizá es porque nosotros no los hemos abonado y cavado. Quizá es porque nosotros no les hemos ayudado a alimentar su Fe. Quizá es porque en vez de acogerlos, los hemos despreciado.