- Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que ocultaste a los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido. Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar. Aceptad el yugo que os impongo, y aprended de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontraréis descanso. Porque el yugo y la carga que yo os impongo son ligeros"
Hoy también os dejo el texto completo del evangelio de esta festividad de Santa Teresa de Jesús. Todo él es un elogio a la sencillez. Sólo los sencillos llegan a conocer a Dios. Sólo quienes están cansados y agobiados pueden ir hacia Él. Jesús nos dice que su yugo es suave y su carga ligera. ¿Por qué hemos asociado santidad a sufrimiento? Ciertamente si queremos ser honestos y fieles a la verdad, encontraremos dificultades y tendremos que luchar. Pero Dios no es un ser cruel, que nos exige dolor y sufrimiento para recompensarnos.
Nos pide sencillez. Nos pide pureza de corazón. Fidelidad a la verdad. Quien intente serlo, es quien de verdad, como Santa Teresa, encontrará a Dios. Un místico es aquel que tiene un corazón tan puro, tan sencillo, que puede ver a Dios en su interior y en todas partes.
Nos pide sencillez. Nos pide pureza de corazón. Fidelidad a la verdad. Quien intente serlo, es quien de verdad, como Santa Teresa, encontrará a Dios. Un místico es aquel que tiene un corazón tan puro, tan sencillo, que puede ver a Dios en su interior y en todas partes.
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