martes, 16 de febrero de 2016

PERDONAR PARA SER PERDONADOS


"Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas."

Los discípulos quieren aprender a rezar. Jesús les dice que orar no son palabras, sino sobre todo hechos. Y les enseña el Padre nuestro. Empieza por hacerles llamar a Dios Padre.  Mateo acaba el padrenuestro indicando la importancia del perdón. Nos indica que la oración está supeditada a lo que hacemos con los demás. Si queremos ser perdonados, nosotros debemos perdonar. La oración, que empieza dirigida al Padre, acaba invitándonos a perdonar a los demás. Toda oración que no acaba haciéndonos amar a los otros, haciéndonos cambiar de vida, está formada por meras palabras y no tiene ningún valor. La verdadera oración nos une, porque rezamos al mismo Padre. decimos Padre nuestro, no mío. La verdadera oración nos lleva al amor.

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