"Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?"
Los coetáneos de Jesús tenían dificultad por saber quién era. Y la imagen del Mesías era muy diferente para los sacerdotes, o los fariseos, o los saduceos, o la gente del pueblo. ¿Tenemos hoy claro quién es Jesús? Es importante, porque de ello se deriva el modelo de Iglesia y el concepto de Dios que tenemos. Si no reconocemos en Jesús al Hijo de Dios encarnado para salvarnos y mostrarnos al Padre. Si no reconocemos a un Jesús misericordioso, que cura, que acoge a todos, que deja las noventa y nueva ovejas para salir en busca de la perdida..., formaremos una Iglesia lejana de los hombres, buscadora del poder, condenatoria; en vez de una Iglesia de puertas abiertas a todos, de perdón y salvadora. Y nuestra imagen de Dios, a su vez será de un dios exigente, justiciero, duro con los hombres.
Si la gente abandona la Iglesia, si dice que cree en Jesús, pero no en la Iglesia, deberíamos examinarnos si estamos mostrando al verdadero Jesús o a una imagen falsa.
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