"Os aseguro que el Padre os dará todo lo que le pidáis en mi nombre. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.
Os he dicho estas cosas por medio de comparaciones, pero viene la hora en que ya no usaré comparaciones, sino que os hablaré claramente acerca del Padre. Aquel día le pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré por vosotros al Padre, porque el Padre mismo os ama. Os ama porque vosotros me amáis a mí y habéis creído que he venido de Dios. Salí del Padre para venir a este mundo, y ahora dejo el mundo para volver al Padre."
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Los padres aman a sus hijos, y su amor se traduce en que quieren para ellos lo mejor. Nuestra oración de petición ha de tener esto en cuenta. Porque no siempre pedimos lo que realmente nos conviene. La oración de petición está muy desacreditada. Se dice que Dios ya sabe lo que necesitamos. Es cierto, para la oración de petición nos sirve para que reflexionemos en lo que pedimos. Para que analicemos nuestros deseos y veamos si la petición es justa, o es puro egoísmo.
Jesús nos dice que el Padre nos ama porque nosotros le amamos a Él. Amar a Jesús significa querer ser como Él, querer ser sus seguidores. Si esto es así, nuestras peticiones serán conformes a Jesús, y serán atendidas con toda seguridad. Es cuando formamos una unidad, todos con Jesús, cuando el amor del Padre nos envuelve. Es dentro de este amor que debemos realizar nuestra oración de petición. Es entonces cuando podemos tener la seguridad de ser escuchados.
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