"Dijo también al hombre que le había invitado:
– Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, a tus hermanos, a tus parientes o a tus vecinos ricos; porque ellos a su vez te invitarán, y quedarás así recompensado. Al contrario, cuando des una fiesta, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos; así serás feliz, porque ellos no te pueden pagar, pero tú recibirás tu recompensa cuando los justos resuciten."
Jesús nos sigue indicando quienes han de ser nuestros preferidos, quienes son sus preferidos: los pobres, los inválidos, los cojos, los ciegos...físicos y espirituales.
Vivimos en una sociedad en la que buscamos nuestros intereses y que se nos recompense. Junto a nosotros hay muchas personas que cada día, sin hacer ruido, entregan su vida por los preferidos de Jesús.
Jesús nos sigue indicando quienes han de ser nuestros preferidos, quienes son sus preferidos: los pobres, los inválidos, los cojos, los ciegos...físicos y espirituales.
Vivimos en una sociedad en la que buscamos nuestros intereses y que se nos recompense. Junto a nosotros hay muchas personas que cada día, sin hacer ruido, entregan su vida por los preferidos de Jesús.
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